La llegada de Miguel Méndez ha supuesto el reencuentro del vigués con Alba Torrens, la jugadora a la que dirigió hace más de doce años en Vigo: "Hemos cambiado mucho los dos. No se parece en nada a aquella Alba de diecisiete años que llegó a Vigo. Ahora es una mujer madura, que sigue siendo una chica encantadora, con la misma humildad de entonces, conociéndose muy bien, sabiendo lo que debe hacer en todos los sentidos. Es una de las mejores de Europa, sino la mejor, alguien con la que he pasado mucho tiempo en Vigo y en las selecciones españoles sub18 y sub19 en las que también coincidimos. Ha sido un gusto reencontrarme con ella".

El papel de Torrens ha sido también importante en el proceso de llegada de Méndez a Rusia porque "ella, con su rol importante en el equipo, me ha ayudado. Ella ha tranquilizado a todas las compañeras cuando llegó el momento del cambio de entrenador. Esa incertidumbre que genera encontrarse con alguien nuevo, ella lo calmó en base al conocimiento que teníamos uno del otro. Lo que se me hace muy extraño es hablar con ella en inglés. Lo hacemos por educación cuando estamos en el vestuario con el resto de las jugadoras, pero es raro ver a los ojos a alguien que conoces, con quien hablas en castellano siempre y de repente hacerlo en inglés".