Roger Federer, eliminado de forma sorprendente por el australiano Kokkinakis en la segunda ronda de Miami, anunció que tal y como hizo la pasada temporada renuncia a la temporada en tierra batida para centrarse en la preparación de los torneos de hierba con la idea de conseguir en Wimbledon su noveno entorchado.

El suizo perderá el próximo lunes el número uno del mundo que pasará a manos de Rafa Nadal aunque el español está obligado a defender en la temporada en tierra batida los más de 4.500 puntos logrados la pasada temporada. Un solo error del mallorquín le supondrá perder esa condición de primero de la ATP.