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atletismo - Mundial Indoor

"Era un diamante en bruto"

El vigués Carlos Adán rememora los inicios de Ana Peleteiro en el atletismo en las escuelas de Ribeira

Imagen de Ana Peleteiro de pequeña, vestida con el equipake del celta

El olímpico vigués Carlos Adán guío los primeros pasos en el atletismo de la flamante medallista en el Mundial indoor de Birmingham Ana Peleteiro. Fue en las escuelas deportivas de Ribeira, donde el Adán descubrió en Peleteiro "un diamante en bruto".

la entrené siendo una niña, desde octubre de 2003 hasta marzo de 2007", rememora. "La vi crecer", dice con una mezcla de nostalgia y orgullo al verla subida al podio del Mundial indoor con la medalla de bronce colgada al cuello. "La vi crecer y le tengo un cariño especial", insiste.

El concejal de Deportes de Ribeira le encargó a Carlos Adán que se hiciera cargo de las escuelas deportivas de atletismo de la localidad. "Cuando llegué, allí estaba ella, con 40 niños más", indica. "¿Que si destacaba? Sí". "Con ocho añitos, aún no los tenía, ya se le veía. En aquella edad lo que hacíamos era entrenar con juegos, pero ya se apreciaba que era rápida, en los 50 y 60 metros era una máquina, en longitud también y después hacía campo a través y quedaba campeona gallega, sin entrenar nada, solo con su condición", apunta el olímpico. "Era un diamante en bruto y solo había que pulirlo, pero con la edad a la que tenía que pulirse, porque siendo pequeños los niños tienen que jugar y disfrutar, a partir de los 15 o los 16 años es cuando tienen que empezar a trabajar seriamente", matiza.

Durante su etapa en las escuelas de Ribeira, Adán pudo intuir ya en Peleteiro a una campeona. "Lo llevaba en la sangre. Es una chica que lo vivía y le gustaba saltar y correr, y aún le gusta porque tiene la misma ilusión de cuando era pequeña", dice con orgullo.

El problema del triple salto, una especialidad muy traumática, es el riesgo de sufrir lesiones. "No hay ningún triplista de alta competición que no haya estado lesionado o que no tenga problemas. Ella, cuando dejó a su entrenador de Ribeira, por los motivos que fueran, se fue a Madrid y la decisión le salió mal", se lamenta.

Por suerte, apareció Iván Pedroso en su camino. "Cuando me enteré de que se iba a entrenar con Pedroso le dije que para mí es uno de los mejores entrenadores a nivel mundial de triple saltando, además de la escuela que hay en Estados Unidos. Si no se hubiese lesionado, nunca se sabe si con el entrenador de Madrid habría llegado a donde está. Nunca se sabe, pero lo que está claro es que Pedroso es una eminencia, tanto en su época como atleta como ahora como entrenador", apunta.

Adán no ha perdido el contacto con Peleteiro, a la que felicita siempre en fechas destacadas, como su cumpleaños. "Aún no la he felicitado por la medalla porque tendrá saturado el whatssap, pero dentro de una semana sí que le escribo para felicitarla. Además supongo que vendrá a Vigo porque es una gran celtista y espero que el presidente Mouriño tenga la delicadeza de invitarla a hacer un saque de honor", anhela, recordando con cariño cuando la veía corretear por Ribeira con la equipación del Celta, presumiendo de su celtismo. "Es un encanto de niña, con unos padres encantadores, Carmen y Jose", dice Adán. "Es una niña, ahora una mujer, con la que da gusto estar. Siempre emana felicidad e incluso en los malos momentos siempre se ha mostrado positiva. Desde pequeña, en el grupo de entrenamiento era la que le daba vidilla a las clases. Siempre estaba para todo, siempre animando a sus compañeros y era la que le daba la chicha al grupo", añade.

Incluso en los juegos más simples, Peleteiro sacaba su vena de campeona. "Hacíamos el juego del pañuelito y realmente me ganaba, en 30 metros era capaz de ganarme. Era muy rápida", dice el olímpico, que llegó a comentar entre sus allegados: "Tengo una niña allá en Ribeira que es una pasada. Si llega a mayor, promete". Y no se equivocó. "El mérito es suyo y de sus condiciones, y del trabajo que está haciendo ahora con su entrenador. Lo bueno es que las lesiones la están respetando y el techo no ha llegado. Si todo va bien, Ana aún puede progresar mucho. Ganas y calidad le sobran".

El sueño ahora es verla convertida en olímpica. "A Río no pudo ir por culpa de las lesiones. Con esta progresión, estará si Dios quiere en Tokio. Si no se lesiona estoy convencido de que mejorará ese 14,40 del sábado. Si fuera ella lo único que pediría ahora es no lesionarme", dice el vigués, que recuerda que él mismo tuvo que renunciar a luchar por ir a los Juegos de Atlanta por culpa de una inoportuna lesión.

"El techo lo va a poner ella", indica. "De pequeña Ana era una niña que lo hacía todo bien y siempre me quedó la espina cuando se fue para Madrid de que corriera un 100. Cuando la conocí era una chica muy rápida y yo creo que en 100 metros lo podría hacer muy bien. Pero bueno, ahora en el triple lo está haciendo fenomenal y yo creo que si hiciera longitud también estaría en una marca de seis metros para arriba, eso seguro". Adán, dado el carácter de la de Ribeira, está seguro de que Peleteiro está llamada a ser "tras la retirada de Ruth Beitia, la futura capitana del equipo español". Para él, "además de por sus marcas, Ana destaca por su carisma, siempre animando a los demás, siempre con una sonrisa...".

Lo que está claro es que esta campeona, "gallega cien por cien", ha vuelto a poner el atletismo gallego en el primer nivel. Todo el mundo espera que ella sea la punta de lanza de un futuro esperanzador. "En fondo tenemos a Miguel González, Adrián Ben y Tariku Novales que, si todo va bien, esperemos que los laureles logrados por Alejandro Gómez, de la Torre y yo mismo se puedan repetir, pero bueno, ahora nos quedamos con Ana, que ya es una realidad", concluye el olímpico.

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