El Coruxo pagó con la derrota las ocasiones falladas y cayó ante un Guijuelo en el que Fabregat acertó con los cambios y buscó la victoria, que encontró en una segunda parte. Jacobo Campos, que sustituía a Rafa Sáez en el banquillo por la expulsión de este la semana pasada, planteó bien el choque, en el que fue superior durante muchas fases y en el que sus pupilos tuvieron más y mejores ocasiones de gol. La realidad, no obstante, es que con esta derrota el Coruxo se asoma al abismo y cada vez tiene más cerca los puestos de descenso.

El partido empezó con los dos equipos con las líneas muy juntas, con los vigueses preocupados por no encajar gol en los primeros minutos. Esta actitud se vio en los primeros minutos en los que el Guijuelo no se acercó a la portería defendida por Alberto. Los vigueses tenían mayor control del partido y sus jugadores de medio campo combinaban bien y fruto de este buen juego llegó la primera ocasión visitante a los diez minutos de juego. Un balón largo acabó suelto en el punto de penalti y Fer pudo rematar pero su disparo se marchó alto.

Esta jugada desperezó a los locales porque en la jugada siguiente Nacho fue el que chutó desviado sobre la portería de Alberto. El Coruxo perdió el paso en estos minutos y los locales mejoraron sus prestaciones. Sin embargo, en el minuto 43 Mateo se sacó de la manga una gran pase que dejó solo a Higón dentro del área pero el extremo del Coruxo chutó desviado rozando el palo.

En la reanudación el Coruxo se mostró muy sólido en defensa. Incluso eran los vigueses quienes también se atrevían a mirar a la portería contraria. A los cinco minutos Higón, otra vez, pudo abrir la lata pero en esta ocasión el guardameta Kike le ganó la partida y le atajó su disparo con una buena intervención.

Curiosamente, tras esta oportunidad no se desataron las hostilidades. Todo lo contrario, se entró en una fase de centrocampismo, mucha presión en la parcela central y el juego se concentró en torno a la medular por lo que las ocasiones brillaron por su ausencia.

Fabregat realizó el tercer cambio en el minuto 69 mientras que el Coruxo se mantenía igual. La sustitución sentó bien a los locales, que metieron una marcha más al partido lo que provocó que los vigueses empezaran a recular. Y este paso atrás lo acabaron pagando caro porque en el minuto 79 se adelantaron los locales con un gol de Manu Gavilán que recogió un gran balón filtrado de Manu Fuster y batió a Alberto con solvencia. Con el gol llegaron las prisas y los agobios para los verdiblancos, que quisieron lograr la igualada con más corazón que cabeza.

El Guijuelo se aprovechó de la precipitación visitante, olió la sangre y en el minuto 82, solo 3 minutos después, Manu Gavilán prácticamente finiquitaba el encuentro con el segundo gol de la tarde y también su segundo tanto particular. Alberto pudo despejar el disparo de Manzano, pero ya no el rechace que le cayó a Manu Gavilán que no perdonó. Manzano y Gavilán habían salido desde el banquillo por lo que los cambios fueron acertados. Solo con el 2-0 en contra Jacobo Campos agitó el equipo con un doble cambio y un tercero dos minutos después pero ya fue tarde y la victoria se quedó en el Municipal de Guijuelo.