El Coruxo sumó un valioso punto ante un Talavera que fue superior a los vigueses en la segunda parte. Sin embargo, el equipo de Rafa Sáez tiró de oficio, con todo lo que ello supone para sumar un punto que es bueno en su lucha por mantenerse a distancia de la zona peligrosa.

El inicio del choque fue de color blanquiazul. A pesar de ello, en el primer acercamiento del equipo vigués, en una jugada desafortunada de la zaga talaverana, André Österholm adelantó al Coruxo. Este gol tan tempranero hizo que los talaveranos tuvieran que remontar el partido contra un rival que se defendía muy bien y que mordía en cuanto el balón superaba el centro del campo. En ataque, los visitantes creaban mucho peligro por la derecha con un Higón muy activo. Los locales tardaron en acercarse a la meta rival y fue por mediación de Espinar tras una buena combinación blanquiazul aunque Alberto en su salida impidió que el delantero local pudiera rematar con claridad.

El Talavera trataba de abrir huecos en la tupida zaga viguesa pero los de Rafa Sáez, muy bien colocados, les obligaban a jugar en largo. Así, el partido apenas contaba con ocasiones de gol, salvo algún acercamiento aislado de Mateo por parte visitante o de Cristian por parte local.

El segundo tiempo comenzó con un Talavera que salió en tromba a por la igualada. En apenas un par de minutos ya se notaba que el Coruxo iba a tener que multiplicarse en defensa para frenar las acometidas de su rival. De hecho, a los cuatro minutos Jorge recogió un balón en el borde del área visitante, dribló a su par y se sacó un zurdazo ante el que nada pudo hacer el meta local Alberto.

Era la consecución de lo que buscaba el Talavera, que no se conformaba con el empate. El Coruxo, por su parte, no pudo contrarrestar ni el ímpetu ni las ganas locales. El balón le duraba muy poco en los pies y tenía que dedicar la mayoría de sus energías a correr detrás del balón manejada por los de Fran Alcoy. El Talavera seguía insistiendo y gozó de un par de ocasiones para sentenciar el encuentro, una de ellas en un enorme jugadón de todo el ataque con paredes y triangulaciones, que dejaron a Jesús Jiménez solo ante el portero y fue la rapidísima y acertada salida del meta a los pies del delantero lo que impidió el segundo y que los aficionados sacaran los pañuelos por la espectacular jugada.

Apuntar en la faceta ofensiva del Coruxo solo una jugada, muy simple, pero muy efectiva, forjada con un saque en largo de Alberto, cazado por Silva al borde del área y cuyo remate, eso sí, no pudo sorprender a un Machuca muy bien colocado. Con el paso de los minutos el Coruxo fue encerrándose en su campo juntando más si cabe sus líneas y recurrió a las pérdidas de tiempo para cortar el ritmo que los talaveranos querían imprimirle al choque. En los últimos diez minutos apenas hubo alguna jugada que no terminara en falta o con alguna interrupción, lo que benefició a los intereses visitantes que lograron el objetivo de puntuar en el Municipal de El Prado.