Augusto César Lendoiro ha irrumpido en la actualidad del Deportivo. El expresidente blanquiazul, cuya figura galvaniza a buena parte de los opositores al actual mandatario, Tino Fernández, había guardado silencio durante los últimos tiempos. Ayer decidió romper esa postura y emitió un comunicado público en el que pide la unión del deportivismo para luchar por la permanencia, pero también reclama a su sucesor que adelante las elecciones al mes de junio. El regreso de Lendoiro a la actualidad despierta muchos interrogantes sobre qué papel pretende jugar en el futuro del club.

Lendoiro solicita "a todos los seguidores" que abandonen "las diferencias" en un momento de polarización del deportivismo, dividido ya hace tiempo entre 'tinistas' y 'lendoiristas' además de todas las sensibilidades intermedias que puedan existir. "Debemos mostrar la unión máxima y apoyar sin fisuras al entrenador", apunta quien considera que el Dépor, "fuera de las diferencias existentes, que seguro que son muchas e importantes", no se puede permitir "una división que le lleve al descenso". Opina que será difícil que se firme esta especie de tregua sin que se den ambos pasos: "Pediré dos favores, con el deseo de que me sean concedidos, porque es difícil que se acepte el uno sin el otro".

Lendoiro pide a Tino Fernández que se adelanten las elecciones en el Dépor a junio a falta de cinco días para el duelo clave ante el Betis, que supondrá el estreno de Seedorf como entrenador. Cree que es el momento de que los "presidenciables' planteen sus propuestas sin riesgos deportivos. Sería el plazo mínimo necesario para tomar decisiones importantes para la próxima temporada".

Los últimos comicios se celebraron en enero de 2014 (los siguientes deben ser en 2019) tras un descenso en junio del año anterior y en medio de un concurso. "Una locura que ya hemos sufrido", recuerda el entonces presidente, que retiró su candidatura a la reelección pocos días antes de la junta general de 2014. Ante un contexto con similitudes, considera que es el momento de variar la hoja de ruta. Lendoiro, que asegura que se ha visto "obligado a romper su silencio", ofrece "de nuevo" su "experiencia al servicio del club y de esta directiva" y recuerda que haber celebrado elecciones en 2014, sumado "a la actuación institucional en el asesinato de Jimmy", ha llevado a la "actual fractura social de la actualidad".

Se refiere Lendoiro a una actitud de Tino Fernández respecto al "caso Jimmy" que algunos sectores del deportivismo consideraron tibia o polémica, como cuando llegar a etiquetar a los Riazor Blues como "marca maldita". Lendoiro adoptó una postura más clara y opuesta, acudiendo al funeral por el hincha. La Liga de Fútbol Profesional reaccionó de inmediato y expulsó de su seno a Lendoiro, que realizaba labores de embajador internacional en ayuda de Javier Tebas para la expansión comercial del organismo.

La gran atomización del accionariado del Deportivo, compuesto por pequeños accionistas, sin ningún paquete que asegure el control, hace impredecible la elección del próximo presidente, sea este año o el que viene. Una situación volátil, muy ligada a los resultados deportivos; el flanco débil de un Tino Fernández que en cambio parece haber encauzado la viabilidad económica del club. La vuelta al escenario público de Lendoiro reabre las conjeturas sobre qué papel puede jugar en esta situación.