Muguruza es una montaña rusa que un día convence al mundo de que va a ser la dominadora del circuito y al siguiente da argumentos a quienes creen que le falta el poso mental para instalarse mucho tiempo en la élite de un deporte tan asfixiante como el tenis. Ayer fue de los segundos días.

La española protagonizó la nota negativa de la jornada en el Abierto de Australia tras caer eliminada en la segunda ronda ante la taiwanesa Hsieh Su-wei, número 82 del mundo, mientras que Albert Ramos se unió a Rafa Nadal y Pablo Carreño en la tercera ronda.

La de Caracas, tercera cabeza de serie, se despidió pronto del primer 'grande' del año, al que llegó con no demasiada preparación por culpa de los problemas musculares que le obligaron a abandonar en Brisbane y Sidney y no pudo con una sólida rival que se impuso en dos mangas por 7-6(1), 6-4. Le fallaron las piernas y también la cabeza en los momentos realmente importantes del partido.

Bajo las altas temperaturas, la actual campeona de Wimbledon, cuartofinalista el año pasado en Melbourne, no ofreció su mejor tenis y siempre estuvo a remolque de la asiática, 82 del mundo y exnúmero uno en dobles. Muguruza terminó el partido con más de 40 errores no forzados, más de la mitad con su 'drive', un lastre que, unido a que tampoco tuvo su mejor día con el servicio, facilitaron las cosas a Hsieh, que tras dos horas logró la tercera victoria de su carrera ante una 'top 20'.

Las cosas comenzaron bien para la hispano-venezolana, que rompió el primer servicio de la taiwanesa, pero fue un espejismo porque no sujetó los suyos y se vio rápidamente abajo 5-2. Sin embargo, cuando peor estaba el panorama reaccionó para igualar el partido y, tras salvar una bola de set con 6-5, alcanzar un 'tie-break' donde su rival no dio opciones (7/1).

A la tercera cabeza de serie le tocaba remontar, pero su saque --firmó cuatro de sus cinco dobles faltas en la segunda manga-- no acudió al rescate, sobre todo el segundo servicio, con el que fue presa fácil de Hsieh, cuyo tenis ortodoxo y mayor solidez le terminaron por dar el pase por cuarta vez en su carrera individual a una tercera ronda de un 'Grand Slam'.

Muguruza no aprovechó su opción de rotura nada más iniciarse el segundo parcial y que le habría puesto más 'cómoda' en la pista y la asiática no perdonó para dejar casi sentenciado el partido (5-2). La de Caracas hizo otro amago de reacción para recuperar una rotura y ponerse 5-4 tras salvar una bola de partido, pero a la taiwanesa no le tembló el pulso.