El Amfiv inició el 2018 y la segunda vuelta de la mejor manera posible. Los vigueses saldaron su primer compromiso de este año con una contundente victoria ante el BSR Vista Azul sevillano, un debutante en la máxima categoría nacional que hasta el momento cuenta por derrotas todos sus encuentros.

Además, la victoria del Amfiv, que demostró que sigue en la buena línea con la que finalizó el año, tuvo un premio adicional puesto que la derrota del Bidaideak Bilbao en su compromiso ante el Mideba Extremadura (61-65) permite a los olívicos ascender hasta la tercera plaza en la tabla clasificatoria.

El partido, como se esperaba, no tuvo mucha historia. Menos de diez minutos fueron ya suficientes para comprobar que las casi tres semanas de descanso por el parón navideño no le habían sentado nada mal a los jugadores de César Iglesias. Cierto es que la entidad del rival, un Vista Azul que afronta su estreno en la División de Honor con prácticamente la misma plantilla que logró el ascenso a no haber conseguido apoyos institucionales ni privados para permitirse buscar refuerzos con los que apuntar su primera experiencia en la elite, tampoco permite evaluar a ciencia cierta el estado de forma actual del Amfiv. Eso sí, los síntomas son buenos.

Porque los vigueses se tomaron en serio su compromiso ante los andaluces y aprovecharon el encuentro para rodarse y coger ritmo de cara a futuras citas. La intensa defensa permitía recuperar balones y anotar con comodidad, lo que unido a un ataque fluido provocaba que al término del primer cuarto el encuentro estuviera ya más que encaminado (25-7, min.10). Y que al intermedio estuviera completamente definido (48-13, min.20).

Como es lógico, el Amfiv bajó ligeramente la intensidad de su defensa en la segunda mitad ante un rival que prácticamente dobló su anotación de los dos periodos anteriores en el tercer cuarto. Además, la ausencia de tensión por el abultado resultado provocaba pérdidas por precipitación o fallos en canastas teóricamente claras. Pese a todo, la enorme diferencia entre uno y otro equipo provocaba que la brecha en el marcador continuase ensanchándose paulatinamente (77-25, min.30).

El encuentro había perdido mucho tiempo antes el aliciente por conocer el ganador pero aún así, los pupilos de César Iglesias siguieron trabajando hasta el pitido final aunque pensando ya en su próxima visita dentro de quince días a Badajoz para enfrentarse al Mideba Extremadura.