El Olivo empezaba a ver la luz al final del túnel. Pese a seguir en la Segunda Autonómica tras la anulación del TAD de su sanción (que supuso la pérdida de categoría) todo hacía pensar que recuperaría su plaza el año que viene, pero acba de recibir un nuevo mazazo con la notificación por parte de la RREF de que se le vuelve a abrir expediente por la utilización de la ficha de Jessica Bedoya cuando ya no estaba en el equipo. El proceso también incluye al entrenador Toni Pazó.

Se acabó la tranquilidad para El Olivo. Después de que el TAD anulara hace unos meses el descenso administrativo del club y la sanción de 18 meses de inhabilitación de por aquel entonces su entrenador Toni Pazó, todo vuelve al punto de partida después de que el juez de Competición de la Federación Española de Fútbol haya decidido abrir un nuevo expediente para investigar la denuncia de Jessica Bedoya por la utilización de su ficha cuando ya no pertenecía al club.

El jueves recibían las partes implicadas la resolución del juez instructor, Francisco Rubio Sánchez, de incoar un nuevo "procedimiento disciplinario extraordinario" tanto a El Olivo como a Toni Pazó. Apunta, además, que este procedimiento se abre a instancias de la jugadora Jessica Bedoya, y que ha aportado nuevas "pruebas documentales al caso".

Tras la decisión del TAD de anular la sanción por un defecto de forma (consideraba que la Real Federación Española de Fútbol había incumplido los plazos a la hora de comunicar la sanción) la jugadora ya había mostrado su intención de estudiar las medidas a tomar y no descartaba volver a solicitar que se volviera a instruir el proceso, como así ha sido. Asimismo, también Toni Pazó se mostraba "aliviado" por la resolución del TAD y no descartaba solicitar "daños y perjuicios" tras levantársele la inhabilitación.

Ahora el caso da otra nueva vuelta de tuerca. Se ha nombrado al mismo instructor (Juan Antonio Landaberea Unzueta) del expediente anterior, por lo que se espera que de uno a tres meses pueda haber novedades. Las partes tienen ahora un plazo para presentar sus alegaciones.

Según fuentes consultadas por FARO DE VIGO, el TAD falló porque no se respetaron los plazos para instruir el expediente, sin valorar el fondo del asunto, pero al tratarse de "infracciones muy graves", como así llegó a recogerse en la sentencia anulada por el TAD, no prescriben hasta los tres años, por lo que la posibilidad de volver a juzgar los mismos hechos sigue vigente.

Lo que anuló el TAD fue el procedimiento, pero no llegó a decidir sobre el fondo de la sanción. La Federación Española, en este caso, mientras no prescriba, tiene la ocasión de volver a tramitar un expediente disciplinario.

Al no solicitar el juez instructor ampliaciones de plazo, un recurso al que puede acogerse en caso de procedimientos muy complejos, se demoró demasiado el procedimiento. En esta ocasión, si todo sigue por los cauces previstos, tendría que resolverse en un periodo de uno a tres meses.

El proceso se encuentra ahora en el trámite de notificar a las partes y de alegaciones; a partir de ahí se recabarán las pruebas y el instructor dictará una propuesta de resolución que elevará al juez de Competición, si lo considera oportuno.

Cuando hay un procedimiento ya instruido como éste, se puede pedir que las pruebas que constaban en el anterior expediente se incorporen a éste, por un tema de economía procesal para no tener que repetir todos los trámites desde cero. Así, todas las pruebas del anterior expediente, además de las que quieran aportar ahora las partes, podrán ser incorporadas a este nuevo proceso.