El entrenador del Real Madrid Zinedine Zidane se mostró más determinado de lo habitualal admitir que habló con sus jugadores durante casi una hora para volver a "motivar" a sus hombres y encontrar "soluciones" a los malos resultados del equipo.

El entrenamiento del martes, previo al partido de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey del miércoles contra el Numancia (3-0 a favor de los madrileños en la ida), comenzó una hora más tarde de lo previsto, el tiempo que estuvo Zidane hablando con sus jugadores tras los malos resultados del equipo en la Liga, que le han colocado a 16 puntos del líder Barcelona. "Podemos pensar que la Liga está sentenciada pero lo importante es qué puedo aportar para conseguir títulos y victorias importantes. Hay que empezar a motivar otra vez a mis jugadores para encontrar soluciones", declaró el técnico francés.

Sobre la conversación con sus jugadores, Zidane explicó a los periodistas: "No voy a decir lo que hablamos. Son charlas, como en cualquier equipo. Estamos aquí para buscar soluciones, hablar e intentar hacer mejor las cosas. Ha sido una charla un poco más larga que otras, pero nada más. No hago una charla si pienso que no es necesaria. No la hago por hacerlo. Cuando nos reunimos es para sacar algo de esa reunión".

El entrenador del Real Madrid insistió en que quedan "muchos partidos" y que va a "necesitar a todos", defendiendo con firmeza a su vestuario. "Lo que me decís lo piensa mucha gente, que hay algunos que están mal y que les tengo que sacar, pero es todo lo contrario. Si hay uno mal, voy a buscar soluciones con él y ayudarle, porque me interesa más la unidad y no cuando hay cosas mal le voy a echar la mierda a uno o dos. Todos estamos en el mismo barco, la culpa la tenemos todos, yo el primero", recalcó.

Zidane insistió en que no quiere refuerzos en la ventana de enero y criticó a los que consideran que por ello echa un pulso al club, que según la prensa está ultimando la llegada del arquero del Athletic Kepa Arrizabalaga.

"Me molestan los comentarios que hacéis y pensar que echo un pulso al presidente y al club. Eso es que no me conocen. Soy uno más y nadie está por encima del Real Madrid. Nunca voy a echar un pulso al club, a la afición y al presidente que me ha puesto aquí", criticó.

"Sé que algún día este trabajo acabará pero voy a hacer mi trabajo al 3.000% y creo en el trabajo que hacemos. No voy a tirar la toalla. Asumo mi responsabilidad y voy a seguir así hasta el final", concluyó.