El Sevilla puso ayer de manifiesto que en esto del fútbol no hay sentimientos y escasa lógica. El equipo andaluz destituyó a Eduardo 'Toto' Berizzo, que recientemente fue operado de un cáncer de próstata, debido a los pobres resultados del equipo, pese a encontrarse todavía en liza en todas las competiciones. Incomprensible desde cualquier punto de vista. Desde el humano y desde el deportivo.

"El Consejo de Administración del Sevilla FC ha tomado la decisión de destituir al entrenador del primer plantel, Eduardo Berizzo, debido a la mala racha del equipo", informó el club hispalense en un comunicado emitido a media tarde y después de aplazar unas horas la reunión prevista para decidir el futuro. La destitución de Berizzo llega tras la dura derrota 3-1 el miércoles en la 17ª jornada liguera en la que cayeron en Anoeta ante la Real Sociedad.

Esta derrota, en la que el Sevilla dio una pésima imagen, se había visto precedida por un empate sin goles frente al Levante en la jornada anterior y otra contundente goleada 5-0 en el campo del Real Madrid el pasado día 9.

Esta racha de resultados, unido a la irregular imagen del equipo, han llevado al Sevilla a destituir del cargo a Berizzo.

El Sevilla ha tomado esta decisión pese a que el equipo hispalense se clasificó para los octavos de final de la Liga de Campeones, así como para los octavos de la Copa del Rey y marcha en la quinta posición de la Liga española, aunque lejos del líder, el Barcelona.

Berizzo, de 48 años, había llegado al Sevilla el verano pasado procedente del Celta, en sustitución de su compatriota Jorge Sampaoli, que dejó el Sevilla para convertirse en seleccionador argentino.

Su paso por el club hispalense se vio marcado por su cáncer de próstata, noticia que se hizo pública en noviembre pasado tras una gran remontada ante el Liverpool en Liga de Campeones, en la que el equipo sevillista levantó un 3-0 en contra para acabar empatando y mantener las opciones de clasificación para octavos del torneo continental.

Entonces, el presidente del Sevilla José Castro aseguraba que "no imaginamos ningún escenario en el que no lo sea (entrenador del Sevilla) y vamos a apoyarle y a volcarnos con él, porque estamos seguros de que su problema tendrá solución".

Operado con éxito de su dolencia, Berizzo volvió a los banquillos recientemente, pero los últimos malos resultados del equipo han acabado con la paciencia de la directiva hispalense.

"El Sevilla FC quiere dejar constancia de su agradecimiento a Eduardo Berizzo por su profesionalidad y entrega mostrada en el desempeño de su trabajo, así como por el buen trato dispensado a todos los miembros del club desde su llegada", añadió el club sevillista en su comunicado.

El Sevilla señaló que "ya ha entablado conversaciones para formalizar la contratación del nuevo entrenador del Sevilla FC, que se espera que se incorpore al regreso de la plantilla tras las vacaciones navideñas".

Según diversos medios, el Sevilla baraja varios nombres como Joaquín Caparrós, Javi Gracia o, incluso, el extécnico del Barcelona, Luis Enrique Martínez, aunque esta decisión parece más una ilusión porque el exentrenador del Barcelona ya había anunciado que esta temporada se la pasaría en blanco y esas palabras, en su boca, son una sentencia. Gracia, apoyado ya en verano por una parte del consejo de administración como entrenador, parece el gran favorito para hacerse con el puesto.

El presidente del Sevilla, José Castro, aseguró que la destitución del entrenador argentino Eduardo Berizzo ha sido "una decisión delicada y dolorosa" pero ha primado "el interés de la entidad".

Para Castro, se trata de un "momento en el que hay que tomar las decisiones más oportunas para la entidad" sin que "tiemble el pulso", y ha justificado el despido de Berizzo en la "mala racha de resultados y las sensaciones del juego del equipo", que no ha ganado ninguno de sus cuatro últimos partidos oficiales.

"No vemos el proyecto en una línea ascendente. Hay un presupuesto importante, una responsabilidad ante nuestros abonados para conseguir lo máximo. Las sensaciones indican que no vamos en el camino marcado para conseguir los objetivos. Son decisiones dolorosas pero esperamos que sean buenas a futuro", ha añadido.