La selección española no encontró premio a su buen juego y pese a vencer ayer por 33-26 a Eslovenia, se medirá en los octavos de final con Noruega, la vigente campeona mundial y europea, que no cumplió con sus deberes y cayó por 28-31 ante Suecia.

Un amargo desenlace que no debe ensombrecer el gran partido del conjunto español, que volvió a demostrar que posee recursos suficientes tanto en ataque como en defensa para dar la vuelta a un marcador que se complicó notablemente para las "guerreras" en la primera mitad.

No lo tuvo fácil, sin embargo, la selección española, que al menos de inicio, no se mostró como el muro infranqueable que tanto hizo sufrir a dos potencias como Rumanía y Francia.

Las "guerreras" lograron enjugar el 13-14 del descanso en el arranque de la segunda mitad, con un contundente parcial de 5-1, que permitió destacarse al conjunto español (18-15)

La clave del triunfo español no estuvo en ataque, donde brilló con luz propia la central Nerea Pena, autora de nueve tantos, sino en defensa, donde España volvió a mostrarse como el impenetrable equipo de anteriores jornadas.

Pese a su clara victoria (33-26) y acabar la primera fase en la tercera plaza del grupo, la selección española se medirá en octavos de final con el rival que nadie quería, la todopoderosa Noruega (vigente campeona mundial y europea), que falló ante Suecia cuando nadie lo podía esperar.