Marruecos afronta su quinto mundial con un equipo joven, aguerrido, cuya principal virtud es la solidez defensiva, que tiene en el banquillo a su principal estrella: el técnico francés Hervé Renard. Único entrenador no africano que ha logrado dos títulos del continente con dos equipos diferentes -Zambia (2012) y Costa de Marfil (2015)-, Renard es un gran conocedor del fútbol africano y un especialista en mejorar equipos de clase media a base de unas defensas cerradas y solidarias que apenas encajan goles. Hervé no solo revivió a un equipo desorientado, que había perdido ya a su principal estrella, sino que le concedió una solidez defensiva que le llevó a la victoria final invicta, con muy pocos goles en contra. En Marruecos, país al que llegó en febrero de 2016, la calidad la pondrán el media punta del Ajax Hakim Ziyech, verdadera estrella del equipo, y la solidez el experimentado defensa de la Juventus de Turín Medhi Benatia. En medio campo también destaca la versatilidad y la potencia del centrocampista del Southampton Sofiane Boufal, uno de los pilares del equipo.