Sergio Ramos, capitán del Real Madrid, se sometió a unas pruebas médicas ayer por la mañana tras caer lesionado por una patada en el rostro en el derbi madrileño ante el Atlético de Madrid, que confirmaron que sufre "una fractura del hueso propio de la nariz".

No estima el parte médico difundido por el Real Madrid los siguientes pasos que seguirá con su capitán pero confirma lo que se esperaba cuando Ramos tuvo que abandonar el partido del Wanda Metropolitano en el tiempo de descanso.

La fuerte patada que recibió en el rostro de Lucas Hernández le ha provocado la fractura del tabique nasal y ahora el jugador debe decidir con doctores y cuerpo técnico si pasa por el quirófano para perderse varios partidos o sigue jugando con una protección.

De momento el capitán madridista se ausentó del entrenamiento dominical del conjunto madridista y acudió en la mañana a realizarse las pruebas que confirmaron lo esperado.

Ramos publicó un tuit en su cuenta oficial en el que señala que "volvería a sangrar una y mil veces más por este escudo y esta camiseta. Gracias a todos por el cariño y apoyo. En nada, de vuelta".

Por otro lado, el Real Madrid deja atrás el empate en el primer derbi madrileño del Wanda Metropolitano y apartó por momentos su mala situación liguera, a diez puntos del Barcelona, para poner su mente en el APOEL y el inminente encuentro de la Liga de Campeones que comenzó a preparar con sus suplentes.

Horas después de ver como su situación en LaLiga Santander se complica aún más con el empate ante el Atlético de Madrid, la plantilla madridista cambió el chip para pensar en la Liga de Campeones y su visita del martes al APOEL.