Pese al clima de alarma que durante toda la semana ha rodeado el partido de esta tarde en Montilivi entre el Girona y el Real Madrid, a causa de la tensa situación política que vive Cataluña, la normalidad y la buena convivencia entre las dos aficiones presidieron el choque ."Lo afrontamos con total normalidad, como siempre, como cuando vino el Barcelona", decía un veterano socio del conjunto catalán, completamente convencido de que Montilivi iba a disfrutar de "un partido espectacular".

"La verdad es que hace ilusión poder ver aquí al que probablemente sea el mejor equipo del mundo", añadía otro aficionado. Pero además de la ilusión por asistir a lo que ha sido una gran fiesta para el equipo y para la ciudad, que además ha acabado con una victoria histórica del Girona, había otro sentimiento común entre la mayoría de la parroquia rojiblanca: el de reivindicar la normalidad.