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TRIATLÓN

El triatleta todoterreno

El pontevedrés cierra su temporada con el título de campeón de España de larga distancia

El pontevedrés Pablo Dapena, en el podio del Campeonato de España . // FdV

El historial de pruebas y resultados de este 2017 llevados a cabo por el pontevedrés Pablo Dapena confirma su facilidad de adaptación a cualquier distancia o modalidad. Su temporada, que recién concluye, puede definirse como "frenética", iniciándose en Sands Beach, como escudero de Javier Gómez Noya.

"Si me dices este año que podría rendir en todas las disciplinas del triatlón, olímpica, media o larga distancia, no me lo creería. Es muy complicado rendir a ese nivel y la verdad es que estoy muy contento", asegura, incapaz a día de hoy de decantarse por una distancia. "Como ahora, poco a poco, le voy metiendo más kilómetros a la bici, y estoy corriendo de distinta forma, realmente no sabría con cuál quedarme. En un principio diría que con la distancia olímpica, pero realmente ahora no lo sé, la verdad. Cada vez me gusta más la media distancia", anuncia.

El Ironman "son palabras mayores", anuncia. Aunque sí que le gustaría, el año que viene, intentar disputar el Mundial de 70.3 (medio Ironman), pero para eso necesita reunir las ayudas necesarias.

Dapena inició la competición en el Campeonato de España de Duatlón Contrarreloj por equipos, donde fue segundo con el Fluvial de Lugo. En su primera prueba del año en la media distancia, en el Triatlón de Orihuela, fue también segundo. Águilas le permitió volver a ser segundo con el Fluvial de Lugo en la Copa del Rey, en la modalidad de sprint crono por equipos. Al día siguiente disputó el Campeonato de España de triatlón por relevos, donde acabó segundo con el Fluvial.

Dapena se abonó al segundo puesto en 2017. Segundo fue también, quince días después, en Pamplona, en el Campeonato de España de media distancia. Unas semanas después finalizó en el Top 8 del Challenge de Salou, de media distancia de nuevo. A continuación, tocó el turno del Campeonato de España de triatlón por clubes, donde ganó la prueba y su equipo fue segundo. Días después ganó el Half de Vitoria.

En plena preparación para el Mundial de Canadá, fue quinto en el Campeonato de España de sprint, disputado en Banyoles. En Canadá, en el Mundial de larga distancia, no tuvo suerte y quedó descalificado. "Estuve cabreado unos cuantos días, pero al día siguiente tienes otra prueba y tienes que seguir. Si te quedas encerrado en el pasado no vas a ningún lado", asume.

Fue el único tropiezo de su temporada. Porque sin apenas tiempo de reponerse, disputaba el combo FETRI/Pulpí, donde volvió a hacer segundo con su equipo en supersprints. A la semana siguiente fue segundo en el Campeonato de España de Triatlón de Valencia para cerrar su espectacular año en Ibiza, con su título de campeón de España de larga distancia. "Era una prueba de mucho nivel y ganarla es para estar satisfecho", dice. "No hice los mejores parciales en nada, pero estuve a buen nivel tanto nadando, como en la bici y corriendo. Impuse mi ritmo poco a poco y en la carrera a pie al final aguanté, aunque del kilómetro 20 al 30 fue un sinvivir. Lo máximo que había corrido en competición eran 21 kilómetros y no sabía cómo eran 9 kilómetros más, y la verdad entre que llovió y que la subida al castillo de Ibiza tiene un pavé que resbala, al final fue un poco peligroso, pero pude gestionar la ventaja, aunque iba ya vacío", rememora.

En Ibiza, además, pu do quitarse la 'espinita' de superar al tudense Gustavo Rodríguez, que se colgó el bronce. "Siempre que me enfrentaba a Gustavo me ganaba y poder ganarle en un Campeonato de España de larga distancia es una nota muy positiva", valora. "Me quitó el mal sabor de boca que tenía tras la descalificación del Mundial de Canadá", añade.

Ahora, con la temporada finalizada, toca "descansar" un mes por lo menos. "Me quedaré unos días por Ibiza", avanza, mientras empieza a pesar ya en 2018. "Me gustaría intentar el año que viene ir al Campeonato del Mundo de 70.3 de Ironman, el que ganó Javi Gómez Noya este año. El objetivo es intentar clasificarme. Si fuera por mí ya lo estaría haciendo, pero el problema es el elevado coste de los viajes y la inscripción a las pruebas. Se te va el dinero y si no encuentras un apoyo económico o alguien que te ayude se hace muy complicado", se lamenta: "Primero hay que ver la parte económica y luego planificar, es lo que hay. No somos futbolistas y hay que adaptarse".

"Falta apoyo por parte de la Federación"

  • Acudir el año que viene al Mundial de 70.3 se antoja un "un reto interesante y muy competitivo" para Dapena. "A esta cita acuden muchos de los que van a ir a Hawái en el futuro. Me motiva mucho ese reto y si fuese por mí ya estaría entrenando para ello, pero es complicado", se lamenta. Si no logra las ayudas necesarias, intentará seguir compitiendo como este año. "Si no sale, seguiré más o menos igual e intentaría ir a algunas carreras por la zona de España y Portugal", apunta. Su temporada le permite cierta flexibilidad. "La verdad es que tengo las líneas rojas bien marcadas pero sí que me permito bastante permisividad en otras pruebas", apunta. Se lamenta Dapena de la "falta de apoyo por parte de la Federación". "A muchos de nosotros digamos que nos tienen vetados y ayudan a quien les interesa, a los que están en el Centro de Tecnificación. Los que no estamos ahí apenas existimos, no hay ayudas", dice. En su trabajo diario tiene la suerte de entrenar junto al cinco veces campeón del mundo Javier Gómez Noya. "Tengo que aguantarlo y sufrirlo habitualmente", bromea. "Todo apunta a que el año que viene va a ir a Hawái", dice. "Al final Hawái es la cuna y todo el mundo quiere estar ahí. Es un reto bonito y a Javi, que ya tiene casi todo su historial completo, le queda eso para completar el círculo", asegura. "A ver si se adapta a la distancia y se puede proclamar también campeón del mundo de Ironman", anhela. La dificultad es máxima. "Hawái no es llano, hace mucho calor y humedad. No va a ser cosa de un día, será cuestión de entrenar mucho. Yo creo que Javi es una de esas personas que puede llegar a Hawái y ganar, pero puede pasar cualquier cosa. Ya nos lo demostró Frodeno este año, que todos pensábamos que podía ganar con una pierna y al final se retiró. Es lo que tienen los favoritos, que si no ganan es un fracaso", advierte. Dapena confía en poder seguir entrenando junto al ferrolano mucho tiempo. "Estaremos ahí ayudándolo en lo que se pueda. Nosotros somos mortales. Es un máster avanzado estar con él y ojalá que pueda seguir más entrenamientos durante más años con él".

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