Roger Federer, el eterno rival del número uno del tenis mundial, acabó ayer con el idilio que Rafael Nadal estaba viviendo con China y puso fin a una racha de 16 victorias acumuladas, en un partido en el que los fantasmas de la rodilla del español volvieron a aparecer.

Y es que pese a los aciertos del suizo, Nadal no estuvo a su mejor nivel y quedó evidente en el 6-4 y 6-3 su desgaste físico por la acumulación de partidos y la existencia de un posible problema en su conflictiva rodilla derecha.

El número dos del mundo logró ganar su sexto título de la temporada y puso fin a la racha ganadora del español (US Open y Abierto de China en Pekín), que no perdía desde que recuperó el número uno del mundo tras hacerse con el título en Flushing Meadows.

Nadal jugó con un estabilizador para proteger su rodilla y se vio visiblemente cansado durante los 72 minutos que duró el partido, aunque tras su derrota no quiso hablar sobre el visible vendaje blanco.

"No quiero hablar sobre ello ahora, después de haber perdido una final no es el momento", apuntó algo molesto en una conferencia de prensa en la que aseguró que no está preocupado por las molestias que tiene.

Pese a esto, el tenista mallorquín dijo que sus planes de disputar el torneo de Basilea y el Masters 1000 de París-Bercy podrían verse alterados. "No lo se. En estas dos semanas necesito pensar en ello", dijo el tenista a la prensa tras el partido ante la pregunta de si estará en Basilea, torneo que arranca el próximo 21 de octubre. "Mi calendario es Basilea y París pero no sé lo que va a pasar", agregó.

En las últimas dos semanas el tenista ha jugado once partidos, algunos de ellos de alta intensidad como en los cuartos de final y en la semifinal de Shanghái.

Pese a esto, para él el único responsable de su derrota de ayer es el propio Federer, quien jugó "muy bien, muy rápido" y sin errores.

En su rueda de prensa, Federer negó que hubiera percibido las posibles molestias de Nadal en el juego. "En el partido en sí pensé que se veía bien. Parecía rápido. No vi problemas, para ser sincero. Me sorprendió la venda pero no vi ningún problema", explicó.

La superioridad del suizo pudo verse desde el primer punto del primer set (de 35 minutos), en el que Federer le rompió el servicio al mallorquín y dedicó el resto de puntos a defender su saque y machacar a Nadal con 16 ganadores, solo cinco errores no forzados y 7 saques directos.

El segundo set fue un paseo para el suizo y, desde que consiguió romperle el saque en el quinto punto y ponerse 3-2 arriba, Nadal se encontró sin opciones para remontar y forzar un posible tercer set.

Tras el encuentro de este domingo son 15 las veces que el suizo ha ganado al español de las 38 que se han encontrado, aunque para ver la última victoria de Nadal sobre Federer hay que remontarse al 2014, cuando consiguió imponerse en las semifinales del Open de Australia.

Nadal está realizando una de las mejores temporadas de su carrera pero en lo que va de año no ha podido vencer a Federer, con quien se ha enfrentado cuatro veces en este 2017, todas ellas con victoria para el actual número dos del mundo. Nadal perdió en la final del Abierto de Australia, donde dispuso de una rotura en el quinto set (6-4 3-6 6-1 3-6 6-3), luego en las finales de los Masters 1.000 de Indian Wells (6-2 y 6-3) y de Miami (6-3 y 6-4), estas de forma concluyente, y ahora en Shanghái. Todos los encuentros han tenido lugar en superficie dura, en las que Federer tiene ventaja y que no son la especialidad del mallorquín, aunque este año ha ganado el US Open y en Pekín. Shanghái sigue así resistiéndosele a Nadal, pues es uno de los cuatro grandes títulos que falta aún en el palmarés del actual número uno, junto con los de Miami, París Bercy y el Masters de Londres.

Este es el segundo Masters de Shanghái que consigue Federer tras el logrado en el 2014, mientras que es la segunda final que ha jugado aquí Nadal, quien en 2009 perdió contra el ya ex tenista profesional ruso Nikolay Davydenko.