El Sevilla sumó su primer triunfo en el grupo E de la Liga de Campeones y ello, junto al empate de la primera jornada ante el Liverpool, le deja bien colocado en el caminar hacia los octavos, en esta ocasión tras golear por 3-0, con triplete de Ben Yedder, ante un Maribor esloveno muy débil.

Al equipo local le costó casi media hora abrir el marcador, pero cuando lo hizo por primera vez el delantero franco-tunecino todo fue más fácil pese a que, ante las facilidades del rival, incluso pudo golear con un marcador de escándalo. Se le presentó al equipo hispalense el partido con la necesidad de ganar y además intentar hacerlo con buenas sensaciones para así curarse las heridas de la derrota del pasado sábado en el campo del Atlético de Madrid. La necesidad también era una obligación en esta máxima competición continental al medirse a un rival que según los pronósticos es el más débil del grupo.

Berizzo, pletórico

El técnico del Sevilla, Eduardo Berizzo, se mostró feliz al término del choque, al afirmar que hallaron "la verticalidad" que les faltaba en ataque para poner "contra las cuerdas" al rival y "resolver con claridad".

En rueda de prensa en el Ramón Sánchez Pizjuán, el argentino dijo que todo se tornó más fácil" ante los eslovenos cuando su equipo aceleró en ataque, que era "el debe" que le veía y algo que debían "revisar", pues "encontraron una verticalidad que se volvió imparable para la defensa rival", como en los dos primeros goles y, más aún, en la segunda parte. "Eso es lo que había agregarle a nuestro juego, y lo conseguimos. Transformamos un partido en que ellos defensivamente iban a plantear dificultades y lo resolvimos con claridad", subrayó el entrenador sevillista.