El ferrolano Javier Gómez Noya, único quíntuple campeón del mundo de la historia del triatlón, que ayer capturó plata en el Mundial, que ganó su compatriota Mario Mola, declaró en la localidad holandesa de Rotterdam, sede de la Gran Final -que acabó cuarto- que "ser campeón del mundo 70.3 y subcampeón mundial ahora es como para no quejarse".

"Estoy muy contento por haber mantenido el segundo puesto. Al final, Mario (Mola, que revalidó título) estuvo muy bien. Hizo un 'carrerón'; y por muy bien que hubiese estado yo, no hubiera ganado el Mundial", opinó Gómez Noya, de 34 años, campeón del mundo en distancia olímpica en 2008, 2010, 2013, 2014 y 2015; y que viene de ganar, por segunda vez, el pasado domingo, el Mundial 70.3 (Medio Ironman: 1.900 metros nadando, noventa kilómetros en bicicleta y medio maratón -21,097 kilómetros- a pie), disputado en Chattanooga (Tennessee, EEUU), desde donde se trasladó directamente a Holanda.

"Estoy contento por haber defendido el segundo puesto aquí. Así que es un año en el que he sido campeón del mundo 70.3 y subcampeón del mundo de la ITU, por lo que no me puedo quejar", explicó, en la zona de meta de Rotterdam, el astro gallego, asimismo cuádruple campeón de Europa, medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Londres y que ayer ganó su décima medalla en unos Mundiales.

"Sí. Van, con éste, diez podios en Mundiales de la ITU (Federación Internacional de Triatlón), así que pienso que es para estar más que satisfecho; y muy orgulloso", declaró.

Por su parte, Mario Mola, que revalidó el título mundial de triatlón, declaró tras su éxito que ser "doble campeón del mundo suena muy bien".

"Sabía que estaba en una gran posición para revalidar el título, pero lo tenía que hacer bien; también felicito a Javi (Gómez Noya) por su plata, es increíble de lo que es capaz; me impresionó", manifestó Mola en Rotterdam.