- Puede rizar el rizo aquí en Rotterdam. Estas últimas semanas han sido todo un éxito, porque, además del Mundial de 70.3, antes ganó en Des Moines (Iowa, EEUU) otra prueba de ese circuito. ¿Se puede pedir más?

- No. La verdad es que estoy muy contento por cómo han ido las cosas. Mi objetivo era el campeonato del mundo de Medio Ironman. Me había entrenado durante los últimos meses de forma más específica para ello. Y lo conseguí. Por tanto estoy supercontento con cómo salieron las cosas y cómo me fue la carrera allí. Y estoy contento por la victoria en Des Moines, también. Pero, sobre todo, cuando te planteas el reto de ganar un Mundial y lo consigues, siempre es una gran alegría.

- ¿Fue fácil ganar ese título?

- No, desde luego que no. Fue todo muy complicado. En la bici (el estadounidense) Ben Kanoute fue muy fuerte. Se bajó con cuatro minutos de ventaja. Salí con una distancia que podía recortar si hacía una buena carrera a pie, pero en una prueba tan larga no sabes cómo van a responder las fuerzas, ni las piernas; si te va a fallar la alimentación y te vas a quedar sin energías... Salí a un ritmo bastante fuerte, porque tenía que arriesgar para cazarle. La cosa salió bien. Y le cacé. Pero la cosa no fue fácil. Ni mucho menos (ríe).

- Su primer contacto con el circuito de Rotterdam no le ha gustado nada de nada.

- Desafortunadamente, el tiempo no acompaña. Eso es algo que podía pasar en Rotterdam a mediados de septiembre y habrá que luchar contra el frío. Creo que el circuito es muy desafortunado. En todos los años que llevo compitiendo creo que una cosa es un circuito técnico; y otra, un circuito peligroso. Y éste yo lo considero peligroso. Intentaremos hacerlo lo mejor posible, dentro de las circunstancias. Jugarte un Mundial en este circuito no es lo más adecuado.

- Está ante otro momento que puede ser glorioso. Va segundo en este Mundial y también lo puede ganar. Haber capturado el campeonato del mundo de 70.3, ¿le quita presión, aquí en Rotterdam?

- Yo ya he cumplido con mi objetivo de la temporada. Aquí saldré a hacerlo lo mejor posible, como siempre; con la mentalidad de ganar. Pero veremos cómo se desarrolla la prueba. Y habrá que ver cómo responde el cuerpo después de la paliza de la semana pasada y un viaje largo; sobre todo, veremos si nos podemos mantener sobre la bicicleta, que en este circuito será todo un logro.

- Las dificultades serán para los demás también.

- Sí, claro. Pero yo considero que este circuito no es el apropiado. No lo es para la final, pero tampoco lo es para cualquier otra competición.

- ¿Y por qué cree que está tan mal? ¿Rotterdam está pagando la novatada del debut en un Mundial?

- Pues no lo sé. Supongo que estarán bien asesorados. Pero si el espectáculo es a base de caídas, pues tampoco lo veo bien. A mí me parece un circuito peligroso, que tampoco hemos podido ver bien, porque la 'familiarización' ha estado llena de tráfico. Somos profesionales, nos jugamos mucho; y queremos correr en buenas condiciones.

- Sus cinco títulos a ver quién los iguala. Pero pensar en un sexto sería una auténtico barbaridad.

- Bueno, claro. Y en un séptimo. Y en un octavo... (ríe). Llevo cinco y estoy muy satisfecho y muy orgulloso. Hay una posibilidad de conseguir un sexto. Siendo realistas es muy difícil, porque dependo más de un fallo de Mario (Mola, mallorquín) que de lo que haga yo. Pero la experiencia me dice que me he visto en situaciones parecidas. Y unas veces he ganado y otras me han ganado. Hay que luchar lo que se pueda. Y hasta el final hay que darlo todo.

- ¿Es parecido esto a 2010, en Budapest?

- Sí, es parecido, pero aquel circuito era más normal. Aquí llegamos en una situación parecida. En aquella ocasión era (el alemán Jan) Frodeno. Y ahora es Mario. Veremos cómo se desarrolla todo.