Doiro al cuadrado en A Sangriña. La capitana del Mecalia Guardés Estela Doiro ha podido compartir la pretemporada con su hermana pequeña María Doiro, a la que José Ignacio Prades ha dado esta pretemporada la oportunidad de trabajar con la primera plantilla. Todo un premio a su esfuerzo y espíritu de sacrificio, cualidades que destaca su hermana mayor de la benjamina de las Doiro.
"Juega de pivote, aunque es muy pequeñita, muy poca cosa, pero es muy lista para jugar en esa posición. Le falta un poco de cuerpo, pero es muy inteligente", dice con orgullo Estela Doiro sobre su hermana. "Yo empecé siendo más pequeña, luego se animó ella, cuando tenía ocho años creo. Después tuvo que dejarlo porque llega momento en el que tienes que priorizar una cosa u otra, pero ahora ha vuelto", dice emocionada.
"Para ella supongo que también será algo muy bonito poder estar jugando con nosotras y siendo una más del equipo. Es algo muy especial que pueda compartir momentos en la pista con mi hermana. Es algo que ya cuando era pequeña soñaba con que ocurriera algún día".
Con la misma ilusión vive la experiencia la pivote María Doiro. "Yo estoy encantada de que me den esta oportunidad. Prades me dijo que este verano, como me había esforzado tanto merecía la oportunidad de hacer la pretemporada. Para mí siempre fue una ilusión muy grande jugar con mi hermana", afirma
Aunque tiene la ilusión de llegar algún día a jugar con el primer equipo en un partido oficial, es consciente de la dificultad que entraña alcanzar a su hermana Estela. "Es muy difícil. La ilusión está ahí pero siendo realistas sé que es muy difícil. Solo el hecho de entrenar con ellas ya es un premio para mí", reitera.
"Las fichas del primer equipo están cubiertas pero si hay alguna baja o pasa algo igual puede tener su oportunidad", dice Estela con esperanza: "Es una persona muy luchadora y trabajadora".
También reconoce Estela Doiro que se toma muy en serio su papel de hermana mayor. "La verdad es que a veces me paso un poco con ella. Con la confianza de que es mi hermana le riño a veces, como hermana mayor. Le quiero dar tantos consejos que creo que hasta la agobio. Le echo alguna bronca a veces a la pobre y es que al final la confianza da asco", bromea.
"Sí que es verdad que me da caña", confirma María Doiro. "A veces le digo que no me riña tanto", continúa en tono jocoso. "Sé que lo hace por bien y porque hay confianza".
"Es que me gustaría que estuviese preparada por si llega ese momento en el que pueda jugar con nosotras y también para que mejore ella. Al final eres la hermana mayor y la proteges, quieres que lo haga bien, que mejore, la quieres ayudar en todo momento y a veces las formas se me pierden. Tengo muchas ganas de que le vaya bien", se justifica Estela.
Se profesan una admiración mutua: "Somos bastantes diferentes. Ella es más pilla, muy trabajadora, implicada. Siempre tiene un afán de superación increíble. La verdad es que para mí mi hermana en muchos aspectos es un ejemplo. Somos muy distintas en determinadas cosas pero sí que creo que nos parecemos en que somos las dos bastante luchadoras y que nos implicamos en lo que hacemos y en lo que nos gusta". María coincide: "A la hora tanto de jugar como en todo somos opuestas, pero algo que tenemos en común es la ilusión y el esfuerzo., algo que nos han inculcado en casa desde pequeñas. Ponemos todo lo que tenemos y tiramos para adelante".
