El belga Thomas de Gendt (Lotto Soudal) impuso experiencia y fortaleza para imponerse en la decimonovena etapa, la de los sueños, disputada entre Caso y Gijón con un recorrido de 149,7 kilómetros en la que Chris Froome (Sky) mantuvo el maillot rojo de líder después de padecer otro susto propiciado por Alberto Contador.

Todo el mundo soñó en Asturias. El primero De Gendt, de 30 años, quien persiguió un triunfo negado en el Tour y en la Vuelta lo persiguió hasta encontrarlo en la meta de Gijón, donde se impuso por velocidad a 8 compañeros de fuga. Alzó los brazos con un tiempo de 3h.35.46 por delante del colombiano Jarlinson Pantano (Trek) y del español Iván García Cortina (Bahrain), quien despertó de un sueño a pocos kilómetros de su casa, cuando un intento de fuga fue anulado por grandes rivales del pelotón.

Soñó despierto Contador, de nuevo en modo atacante, pero al madrileño le despertaron los hombres de Froome de una fuga a 2,5 kilómetros de meta. Así que entraron los favoritos unidos, firmando tablas, y sin cambios en la general.

La etapa empezó movida de Caso, un pequeño concejo situado en el corazón del Parque Natural de redes. Se formó una fuga soñadora con 21 corredores. Un grupo de muchos quilates en día de licencia para rodar. Los rescoldos de la crono y de los Machucos aún se acusan, y la sombra del Angliru es muy alargada. Así que el pelotón sacó el pañuelo para despedir el grupo.

De Gendt, el belga que ganó la etapa del Ventoux en el Tour 2016, cuando Froome se hizo atleta corriendo a pie, pasó al frente en la Falla de Los Lobos (3a). Iván García Cortina (Bharein), de 21 años, debutante en una prueba grande y más joven del pelotón, inició una escapada con un final de esos que se sueñan: ganar en Gijón, su ciudad natal, en su tierra, y en el Día de Asturias.

Soñando sobre la bici se lanzó Iván, a 30 de meta. Locura desbordante ante el intento del "guaje", quien coronó con 6 segundos sobre el peor enemigo posible, el francés Romain Bardet. Hasta Gijón un descenso para valientes. Bardet pronto alcanzó al asturiano, y después se unieron Rui Costa y Roche. Mientras el cuarteto bajaba, Contador subía como un cohete San Martín de Huérces. Otro ataque de un desatado Contador que volvía a enseñar los dientes. Arriba 39 segundos a Froome y compañía. Otro sueño en juego, el podio del madrileño.

El cuarteto en fuga recibió a otros cinco hombres para discutir el pastel de Gijón. Uno de ellos, De Gendt, un corredor de resultados. En la recta de llegada no perdonó. Arrancó García Cortina, aguantó, y cuando se desataba el delirio llegó el belga para despertarle del sueño de su vida.

Y por detrás caducó la revolución de Contador. A 2,5 de meta el Sky le echó el guante al de Pinto. Todos juntos a pensar en el Angliru. Cita final, decisiva. Ahí se aclarará todo, en el Olimpo del ciclismo español, en el infierno del norte español.

La vigésima etapa se disputa hoy entre Corvera de Asturias y el Alto de L'Angliru, con un recorrido de 117,5 kilómetros. Antes de afrontar las terribles rampas del coloso asturiano que conduce a meta con rampas del 25 por ciento, el pelotón tendrá que superar otros dos puertos exigentes de primera, el Alto de la Cobertoria y del Cordal. De la cima saldrá la foto del podio de Madrid.