El Memorial Quino Salvo, que hoy se disputó en el pabellón de As Travesas, dejó varios mensajes que no deben caer en saco roto y que merecen una profunda reflexión. Los aficionados volvieron a demostrar, por enésima vez, que quieren baloncesto masculino. Podría echar para atrás que fuera uno de los primeros amistosos de la pretemporada, y sin los jugadores que están disputando el europeo con la selección, pero As Travesas se llenó y el alcalde de la ciudad tomó el guante cuando en su intervención reconoció la necesidad de que la ciudad cuente con un equipo en la elite. Ahora solamente falta que desaparezcan los "egos" y se piense como un bloque, porque si no seguiremos exactamente igual.

El Monbus Obradoiro se ha convertido en un fijo en este memorial. Además de la relación que tuvieron con Quino, en As Travesas se encuentran como en casa, y eso no hay dinero que lo pague. En los momentos complicados la grada tiró del equipo y estuvieron a punto de darle la vuelta al marcador, pero al final no fue posible.

Para los aficionados al baloncesto, el de esta mañana fue el primer partido que pudieron ver con la nueva regla de los pasos de salida. Costó hacerse al cambio, y de hecho se escucharon algunas protestas en los primeros minutos de juego, pero lo cierto es que es una norma que ayuda al espectáculo, aunque necesite un tiempo de adptación.

En lo que al partido se refiere fue intenso, con un marcador alto gracias, en parte, a las constantes rotaciones de jugadores que acusaron el inicio del trabajo. Durante muchos momentos del partido se pudo ver a varios jugadores pidiendo cambio para recuperarse, y eso que no hacía un día excesivamente caluroso, aunque la falta de aire acondicionado en As Travesas aumentó considerablemente la temperatura.

Empezó bien el equipo santiagués entrenado por Moncho Fernández, que logró recuperar un par de balones para salir a la contra y adelantarse en el marcador. El Barcelona parecía más perdido. Tomic tomaba el mando bajo los aros, y Pressey asumía la responsabilidad. Lo cierto es que no tardaron demasiado tiempo en centrarse. Sito Alonso, técnico blaugrana, tenía claro que no quería tiros precipitados y buscaba jugadas largas en las que el equipo moviera el balón y pusiera en práctica lo que ha estado entrenando en estos últimos días.

En los segundos diez minutos de encuentro, el Monbus Obradoiro seguía teniendo problemas con las marcas. El Barcelona seguía moviendo el balón con comodidad y aparecía Sanders, jugador al que habrá que hacerle seguimiento durante el campeonato, pues promete mucho. Así, el cuadro azulgrana ampliaba la ventaja en el marcador y superaba los quince puntos de ventaja con lo que se mostraba mucho más cómodo. Las rotaciones no influyeron negativamente en el desarrollo del encuentro, y al final de los primeros veinte minutos de juego el Barcelona Lassa mandaba en el marcador por quince puntos de diferencia, 39-54.

El tiempo de descanso le vino bien a los dos equipos. Buenas transiciones, buenos pases y mates fueron ingredientes suficientes para que los aficionados estallaran en aplausos y gritos de admiración. El santiagués Nemanja Radovic y el azulgrana Adrien Moerman protagonizaron los mejores momentos del encuentro, con una lucha bajo los tableros que encandiló a los aficionados. As Travesas tiró del Monbus Obradoiro, y poco a poco las diferencias se fueron reduciendo. El tirón santiagués hizo frenar a los azulgranas, que pasaron por momentos de apuros y vieron como las diferencias se reducían en el marcador.

Los últimos diez minutos de juego comenzaron bien para los jugadores del Monbus Obradoiro, que se ponían a cuatro puntos en el primer minuto de juego. Quedaba mucho partido, con un cuadro santiagués mejor en defensa y un Barcelona en donde Sanders asumía los galones ante el bajón de juego de Tomic bajo los tableros. El tiro exterior del conjunto azulgrana devolvió las cosas a su sitio, y las diferencias volvieron a los guarimos del último cuarto, 73-81 a seis minutos para la conclusión del encuentro.

En los minutos finales el partido ya estaba roto, y el cansancio les pasaba factura a ambos equipos, que iniciaron un carrusel de cambios que buscaban refrescar a sus jugadores. Al final victoria del Barcelona Lassa por diecisiete puntos de diferencia, que no significan nada tras quince días de entrenamiento. Lo mejor, el buen sabor de boca que dejó el memorial en los aficionados vigueses, que han dejado claras sus preferencias.

Ficha técnica:

82 MONBUS OBRADOIRO: Sabat (13), Llovet (8), Radovic (10), Navarro (14), Thomas (13) -cinco inicial- Castro (-), Simons (3), Kohs (7), Pechacek (4), Pozas (2) y Laksa (8).

98 BARCELONA LASSA: García (1), Pressey (14), Vezenkov (18), Kurucs (3), Tomic (7) -cinco inicial- Sanders (15), Font (4), Diagne (-), Martínez (7), Gerun (2), Figueras (3) y Moerman (10).

Parciales: 22-20, 17-34, 27-17 y 16-27.

Árbitros: Pérez, Cortés y Rial. Le señalaron 20 faltas al Monbus Obradoiro y 17 al Barcelona Lassa. Sin eliminados.

Incidencias: Éxito de organización, con 3.400 espectadores y espectáculo a cargo de Media Punta y Maniotas. El alcalde, Abel Caballero, expresó su deseo de que Vigo tenga un equipo de baloncesto masculino en la máxima categoría.