El Mecalia Guardés hincó la rodilla en la Supercopa femenina de balonmano en As Travesas ante el Rocasa (26-28). Las campeonas de Liga pagaron su mal inicio y fueron a remolque de las canarias todo el partido. Las guardesas, que querían regalar un nuevo título a una afición que volvió a volcarse una vez más su equipo, vieron como el Rocasa levantaba el título en Vigo después de ser mejores en el global de la final.

Las visitantes demostraron desde el pitido inicial que eran un conjunto más rodado que el dirigido por José Ignacio Prades. Las canarias le endosaron a las gallegas un parcial de 1-4 en los primeros nueve minutos y la ventaja se amplió hasta seis goles al pasar el cuarto de hora, lo que obligó al técnico del Mecalia a gastar los dos primeros tiempos muertos. La salida en tromba del Rocasa sorprendió al Guardés, blanco en defensa e impreciso en ataque.

Pero con el paso de los minutos las guardesas mejoraron de la mano de Anthia Espiñeira. La central viguesa demostró tener el pulso firme desde la media distancia y con sus goles lideró el despertar del Mecalia, que llegó a ponerse a tres goles antes del descanso. Tras el paso por vestuarios el Rocasa volvió a estirar su ventaja fruto del acierto de su portera, la internacional Silvia Navarro, que completó trece paradas en todo el encuentro.

El Mecalia lo intentó hasta el final, espoleado por su afición que se trasladó desde A Sangriña a As Travesas, pero el arreón llegó demasiado tarde. El Guardés remó y se quedó a dos goles de la remontada. Varapalo para las pupilas de Juan Ignacio Prades que no puede empañar el histórico título de la pasada campaña y la temporada ilusionante que queda por venir, con el objetivo de defender el campeonato y la disputa de la Liga de Campeones.