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baloncesto - memorial quino salvo

Pepe Laso: "La Federación ha malgastado en fiestas y cortijos la riqueza que ha dado la selección"

El legendario técnico, que dará una charla en Vigo el sábado, carga contra la falta de inversión y las políticas del organismo

Pepe Laso, durante un entrenamiento. // Iñaki Osorio

- ¿Parte del éxito del baloncesto español se debe al gran nivel medio de sus entrenadores?

-El entrenador de élite, llamémosle catedrático, es de primer nivel en el mundo. Habrá ahora mismo una treintena trabajando en la élite, también en Australia, Puerto Rico, Venezuela, Alemania... En ese nivel somos de diez. En el nivel de enseñanza el baloncesto está totalmente equivocado. Ocurre que los entrenadores intentan poner en marcha lo que hace la élite y eso tiene poco que vez con la enseñanza. Sito Alonso ha llegado a través de la enseñanza a esa posición pero es una excepción. Generalmente son solo entrenadores de élite. Pero como los clinics a los entrenadores de base los dan los de élite, hay una carencia de profesores y una sobra de catedráticos. Es mi creencia.

- El baloncesto FIBA ha inundado la NBA a través de los jugadores. Pero no a nivel técnico. Solo hay casos aislados, como el de Messina como ayudante de Popovich.

-La élite de la élite es un círculo vicioso de muy pocos entrenadores. Ivanovic, por ejemplo, ha recorrido cuatro o cinco equipos en la Euroliga. La élite de la élite de entrenadores es un manojo muy pequeño. Son los que podrían aspirar a la NBA. Esos encuentran trabajo en Europa o se quieren quedar. El siguiente escalón no es reclamado. Debería ir de ayudante. Y el entrenador es un hombre muy temeroso de futuro en lo económico. Si uno se va de ayudante, acierta pensando que se queda fuera de la rueda española. Y no quieren. Muchos factores le empujan a renunciar a la experiencia americana.

- ¿Y en la NBA podría cuajar la mentalidad colectiva del juego que se conserva en Europa?

-No. El concepto socioeconómico y sociodeportivo en Estados Unidos pasa por un espectáculo. El jugador es un espectáculo. No lo puedes sentar en un partido porque no esté defendiendo. Curry defiende muy poco y en algunos momentos del partido nada. Un entrenador europeo le diría: "Siéntate y ponte las pilas". Allí es imposible. Hay dos o tres jugadores franquicia por equipo a través de los que se mueve el negocio. El público va a los partidos a ver otro tipo diferente de espectáculo. Nadie está sentado en su silla durante las tres horas que dura todo. Ha comido salchichas y palomitas, ha ido a la tienda a comprar una camiseta... Es un espectáculo completamente diferente al nuestro.

- En Europa quizás a los entrenadores se les fue en un momento determinado la mano a la hora de encorsetar al jugar en sus sistemas. Quizás por eso el éxito de su hijo Pablo, que ha creado un ecosistema que permite al jugador expresarse.

-El pionero de un juego diferente fue Aíto. No se la ha hecho justicia; sí a nivel humano, pero no a nivel táctico. Aíto siempre ha sido un poco diferente al grupo en general. En la parte más moderna, también Pablo ha sabido meter un estilo de juego más directo por el tipo de jugadores que ha tenido o por haber sido jugador y además base, factor muy importante. Pero no es el único. Ahora ya Pedro Martínez, que ha salido campeón, sabe perfectamente jugar a eso y también Sito lo juega. Hay un cambio. Se va a pasar de un entrenador muy táctico, muy estudioso, a un tipo más imaginativo que permita al jugador salirse del carril. Pero es todavía una minoría.

- Pablo, por cierto, tuvo que convivir durante su carrera con ser "el hijo de Pepe". Hoy es usted "el padre de Pablo".

-Es así absolutamente. Lo vivo con toda la tranquilidad. Yo he estado entrenando como ayudante de un equipo de EBA, haciendo mis cuatro sesiones. Soy una persona en activo en el baloncesto. Él está en el estrellato del entrenador profesional y yo soy un maestro de escuela en un equipo de EBA. Viviré mi vocación hasta el último día de mi vida y él vive la suya de la misma manera. Permítaseme la pedantería de decir que hemos sido campeones del grupo de Madrid con el Casvi, un equipo jovencísimo. Porque yo soy mucho más entrenador de jugadores que de equipos. Me interesa el jugador. Yo he sido un entrenador mediocre porque me he preocupado mucho más por la enseñanza que por el conjunto. Estuve muchos años en la élite, pero no fui un buen entrenador. Me considero un buen maestro de escuela y lo digo con orgullo, no con pena.

- Pepe Laso, leyenda, ejerce de ayudante en EBA. Eso retrata su amor al juego.

-He vivido uno de los años más felices de mi vida con un grupo de chicos con una media de veinte años que han venido a entrenar como burros. El proyecto era para no bajar de categoría. Nuestra juventud, que está tan denostada y tiene tantas dudas de cuál va a ser su futuro, te da lo mejor cuando tú no la decepcionas.

-¿Eso de entrenador a jugadores, de gestionar grupos humanos, es la principal tarea de Scariolo en la selección?

-Scariolo es el hombre ideal para el equipo nacional. En primer lugar, por cómo representa la imagen; es un hombre de imagen. Después, por cómo elabora su discurso personal. Un seleccionador necesita un discurso muy bien construido y Scariolo lo hace. Y luego es un profundo conocedor de lo táctico. Para que te respeten los Gasol y demás, debes mostrarles unos conocimientos. De lo contrario, no es que te quieran despreciar, pero están acostumbrados a otras cosas. No quiero poner ejemplos del pasado, pero el que vea la trayectoria del equipo nacional lo sabe. Scariolo reúne todas esas virtudes, las de dentro y las de fuera del campo. Es el seleccionador que España necesita.

-Ahora que la mejora generación de jugadoras de la historia de España afronta su crepúsculo, se siente vértigo.

-A la dirección técnica de la Federación, en el decenio maravilloso que hemos tenido, le pongo un cero. El poderío económico, la solvencia, la efervescencia, la capacidad de generar recursos de la Federación, se ha malgastado en fiestas y cortijos. No se ha invertido en la juventud ni en los clubes. La Federación construyó un club España y ha sido un gran error federativo. Lo que ha producido ese equipo debía haber repercutido en el baloncesto español y no ha repercutido. Las tarifas en las categorías inferiores son brutales, carísimas. Si preguntas en Galicia, no puede haber equipos. Un partido en LEB Plata a un club le cuesta mil euros. La Federación ha recaudado dinero legítimamente del equipo nacional pero no lo ha reinvertido en el baloncesto joven o mediano. Ha vivido para las medallas e igual en categorías inferiores, con un grupo de jóvenes muy protegido, sin ampliar el tiro. Son medallas sin valor. Tiene más valor generar jugadores. Cuando un joven de 19 años es muy bueno, le hacen repetir en la sub 19 y la sub 20. En los grandes países, el niño pasaría a la sub 20 y no lo usarían en la sub 19 para dejar paso a otro. Es un simple ejemplo que explica mi dura opinión.

-Afición hay. En Vigo, ciudad de baloncesto femenino por excelencia, el Central casi se llena para el primer Memorial Quino Salvo.

-Fue estupendo. En Vigo habrá directivos y seguro que no han tenido ayudas para que crezca el baloncesto tanto masculino como femenino. Las federaciones han equivocado el tiro. Son recaudadoras. Te pueden poner una multa por haberte olvidado las camisetas. Yo doy la cara por los directivos de los equipos de Vigo. Estarán rabiando por la falta de ayudas. En Vigo no ha podido haber baloncesto masculino posiblemente porque no han tenido facilidades. El baloncesto es la siembra. El público está ahí, ha visto por televisión tantas veces a los Gasol o Navarro que está dispuesto a ir.

-Usted tuvo a Quino como jugador.

-Yo hablo de Quino a lo largo de tres etapas. El Quino de la selección española sub 23 era un chico encantador, tierno, emocionalmente pleno, con una propensión a engordar y un deseo de no hacerlo... Era un chaval fantástico. Lo tuve en el CAI, tendría 25 o 26 años, y seguía siendo el mismo, apasionado, formidable. Y lo tuve en el Fórum, en el final de su etapa igual que otros jugadores. Ahí Quino empezaba a no encontrar su lugar en el mundo. A las personas tan emocionales como él, con una visión de la vida tan a través de la amistad, de la conversación, el espíritu y el ánimo, les suele costar. Quino fue el padre deportivo de Lalo García y ya todos conocen la historia de Lalo. A ese tipo de gente, en una sociedad tan materialista como la nuestra, tan difícil, les suele costar trabajo encontrar el camino. De Quino me emociona pensar en tantos días de felicidad que he ganado, no solo en lo baloncestístico, sino en lo humano.

- Aquello que Quino perdió lo ganó en amigos como los que organizan su memorial o acuden a él como usted.

-Claro. Pero el día a día de la vida es muy duro. Ahí Quino no encontró bien su lugar. Quino era un ejemplo como ser humano. Pero en esta sociedad nuestra eso no está bien pagado.

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