María Sharapova lloraba emocionada tras su victoria sobre la rumana Simona Halep (segunda cabeza de serie) por 6-4, 4-6 y 6-3. Era su vuelta al tenis tras los quince meses de sanción que le impusieron por dar positivo que dio por consumo de Meldonio en el Open de Australia 2016. Regresó sin ranking y gracias a una invitación que le dio el torneo y que la condenaba a un estreno terrible contra una de las mejores del mundo. Y Sharapova, con el público de su lado, entregado a una de sus reinas, rompió a llorar emocionada cuando consiguió la victoria.

Sharapova tuvo un comienzo sorprendente al colocar 17 golpes ganadores y también 15 errores no forzados, en los cinco primeros juegos, al final, aunque reaccionó Halep para poner el empate a 4-4, le volvería a romper el saque y se aseguró la manga.

Como se esperaba la tenista rumana, segunda en la clasificación mundial, que buscaba llegar al primer lugar, sacó mejor en la segunda y también aseguró sus golpes desde el fondo de la pista que le permitieron alcanzar el empate y dejar que todo quedase para el tercer set.

A pesar de haber puesto el empate a 1-1, el tenis de Halep no era consistente, como le había pasado en la final del Masters 1.000 de Cincinnati frente a la española Gabiñe Muguruza, y eso debilidad fue aprovechada a la perfección por Sharapova. "No me podía imaginar volver de esta manera, con mi tenis, y estar en la segunda ronda del Abierto de Estados Unidos", declaro Sharapova, que regresó a la competición tras cumplir con una suspensión por dopaje y después de 15 meses llegó al torneo con invitación especial.

Por otro lado, Rafa Nadal se estrenó con una victoria sobre Lajovic al ques superó en tres sets por 7-6, 6-2 y 6-2. No fue un partido sencillo para el español que arrancó nervioso y fallón.