- Usted tuvo que sufrir la defensa de Quino.

-Lo sufrí bastante. Empezamos a enfrentarnos cuando él estaba en el CAI y yo en el Tempus o el Real Madrid. Y también me enfrenté a él ya estando yo en el CAI o Valencia. Durante toda mi carrera deportiva lo he sufrido mucho, sí (se ríe).

- Porque Quino podía defender a todo tipo de jugadores.

-Tú le veías en el campo y te decías: "¿Pero es posible que ese gordito sea tan rápido?". Y no estaba gordito, estaba muy fuerte y era muy rápido. Quino no bajaba de noventa o cien kilos. Con ese volumen corporal podía defender a un dos, a un tres y a un cuatro. Era un jugador muy polivalente. De todas formas, en aquella época no es como ahora, que el uno defiende al uno, el dos al dos y así. Entonces defendías lo que te tocaba. Yo he visto a Quino defender a jugadores de 2.05. Y Quino medía 1.90.

- Usted fue 18 veces internacional. Quino estuvo a punto de ir a los Juegos de Seúl. No pudieron destacar más porque coinciden con la generación de la plata de Los Ángeles.

-Yo no pude ser más veces internacional porque delante tenía a Epi, Sibilio, Iturriaga, a Brabender en un momento dado. Era muy difícil colarse en la selección. También es cierto que luchar contra ellos y con ellos te hacía mejor. Era todo bastante más difícil. Había jugadores nacionales muy buenos. Ahora es difícil porque hay americanos nacionalizados, "cotonous", de la Unión Europea...

- Las plantillas cambian mucho, además, incluso dentro de una misma temporada. Antes una pareja de extranjeros podía permanecer mucho tiempo en un club.

-Es raro ver ahora a jugadores que estén más de tres años en un club. Antes el club apostaba por un jugador y a correr. Dicen los clubes que ahora es mucho más barato traer gente de fuera que retener a un jugador nacional. Esto ha pegado un gran giro.

- Lo que era Quino, su carisma, puede comprobarse en cómo se recuerda su figura en este memorial.

-Con Quino he convivido más deportiva que extradeportivamente. Hemos coincidido a veces en Vigo, en A Coruña y tal. Pero tenía algo que me gusta de las personas: aunque no nos viésemos durante tres, cuatro o diez años, te saludaba como si te hubiese visto ayer. Me llamaba la atención. Siempre estaba bromeando. Si dentro de la cancha era un tipo honrado, se comportaba igual fuera. Era un hombre con principios, muy recto en sus cosas. Estuve en el homenaje que le dieron en Valladolid. Tuve la suerte, entre comillas, de despedirme de él.

- El último servicio de Quino a su ciudad es esta promoción del baloncesto que es su memorial.

-La sociedad en general, patrocinadores e instituciones deberían tomar nota. La gente demanda y acude si les das algo de calidad. Cuando jugaba Marisol Paíno, el pabellón estaba abarrotado. Ahora viene el Barcelona a jugar contra el Obradoiro y se llenará seguro. A lo mejor es el inicio de un futuro bonito. Quién sabe.

- ¿Cómo analiza a la selección? ¿El problema de la generación joven, como los Hernangómez, Abrines y demás, será la comparación con los que están empezando a retirarse?

-Desgraciadamente siempre comparamos: que si esta selección es mejor que la de Los Ángeles o que si los jugadores que vienen... Son cosas diferentes. Mientras esté Pau, la selección será muy competitiva; cuando se vaya, yo creo que seguiremos haciendo cosas pero nos costará un poco más. Willy Hernangómez es aún muy joven, igual que su hermano y Oriola. Son jugadores muy interesantes, pero todavía hay diferencias en la categoría de unos a otros. Pero seguiremos teniendo una buena selección, con jugadores como Ricky o el Chacho, que aún tienen recorrido.

- ¿Su visión sobre el "caso Navarro"?

Pasó algo parecido con Epi en los Juegos de Barcelona. Epi fue a la selección y si no recuerdo mal, fue lesionado. Recién operado de un menisco, no se acababa de recuperar. Son símbolos. Navarro puede dar mucho más que Epi, que estaba lesionado. En realidad, que Navarro vaya por última vez, que un jugador de su categoría se retire, me da pena. Hay ciertos deportistas que nunca deberían acabarse. Y Navarro ya no es el de antes, utiliza otras artimañas y recursos para compensar que el físico no le acompaña. Pero aún le vi jugar contra Venezuela, Bélgica, y es una pasada. Todavía aprecio cosas en él de supertalento.