Contagiados por las ganas de correr y sin preocuparse del cielo, que descargó en varios momentos de la mañana, los más de setecientos participantes de la cuarta edición de las 24 Horas de Vigo comenzaron a acumular kilómetros en las piernas. En medio de un ambiente entusiasta, el que acompaña a esta prueba desde su nacimiento, arrancó la competición que finalizará a las 12 horas de hoy. Será entonces el momento de contabilizar las vueltas que durante todo el día han sido capaces de dar unos y otros: los más de sesenta deportistas que compiten en la modalidad individual y los más de seiscientos que se reparten en los equipos en categoría masculina, femenina y mixta. Desde el comienzo de la prueba se pudo comprobar que los favoritos han ido cumpliendo con lo que se esperaba de ellos y tanto "A Coitelo" y "Bikila" (invictos en categoría masculina y mixta) estaban marcando la pauta con dura oposición de otros equipos.

La carrera, como viene siendo habitual desde que se puso en marcha, ha convertido en una gran fiesta el parque. Las peculiaridades de la prueba ayudan a que sea así. El circuito cerrado, la convivencia de los atletas, la complicidad entre los participantes, las visitas de los amigos que acuden a animarles. No es el ambiente que hay en otras pruebas por la ciudad. De ahí que en Galicia no hay otra que se pueda comparar con ella.

Además, las actividades paralelas que acompañan la competición (conciertos, el flasmob que se realizó ayer por la tarde, el programa de entretenimiento para los niños que acudan a seguir la carrera) ayudan a que Castrelos viva uno de sus días más especiales del año. Ayer caía la noche sobre el parque, sonaba la música de los conciertos de noche, y los atletas seguían dando vueltas al circuito de un kilómetro tratando de estirar las horas que faltan hasta que a las doce el reloj se pare tras 24 horas de constante movimiento.