El entrenador del Rápido de Bouzas, Borja Jiménez, indicaba al finalizar el encuentro ante el Guijuelo, que "las circunstancias que han rodeado el partido le dan a la victoria mucha importancia. Hemos intentado dominar el tipo de juego que se puede hacer aquí, ser ganadores de segundas jugadas y a partir de la expulsión hubo mucho trabajo, sobre todo mucho corazón de los jugadores, por que yo creo que esa ilusión de debutar en la categoría nos ha ayudado para aguantar casi cuarenta minutos con diez jugadores. Al final es el primer partido, muchas cosas nuevas para todos, al inicio son normales esos nervios de aceleración que hubo en determinadas acciones, pero yo creo que cuando el partido fue pasando y nosotros cogiendo peso hemos sido capaces de generar oportunidades de llegar al área rival. El margen de mejora de este equipo tiene que ser todavía muy grande. Esta es la quinta semana de trabaja con quince jugadores nuevos, el equipo tiene que ir creciendo, pero este es un buen punto de partida. En el descanso hemos cambiado algunas cosas, sobre todo cuando ellos nos circulaban rápido el balón, sufriendo en carriles exteriores de dos contra uno y creo que el equipo ha entendido bien eso, hemos conseguido que los medio centros corrieran más en horizontal que en vertical que nos interesaba para esas ayudas y a partir de ahí el equipo se encontraba más cómodo. Todo queda desvirtuado por la expulsión, pero contentos".