Adel Mechaal consiguió el mejor resultado entre los 56 atletas españoles que participan en los Mundiales de Londres con su cuarto en la final de 1.500, a sólo 18 centésimas de la medalla de bronce que perdió tras un impresionante duelo en los últimos metros con el gigante noruego Filip Ingebrigtsen que resistió la embestida final del español y le cerró en la calle uno para que no pudiese progresar. Un movimiento inteligente que le permitió asegurar un sorprendente bronce en una final en la que fallaron algunos de los grandes favoritos como fue el caso del kenikano Kiprop.

El campeón de España quería una carrera rápida y los kenianos Elijah Manangoi y Timothy Cheruiyot -oro y plata al final- se encargaron de que fuera así. Junto a Kiprop desataron una tormenta en el primer ochocientos y se marcharon muchos metros por delante del resto del grupo.

Campeón de Europa de 3.000 m en pista cubierta, Mechaal se había inclinado, finalmente, por el 1.500 pese a no haber bajado de 3:33 como él mismo se había exigido para dejar el 5.000. Era una apuesta arriesgada para un atleta capaz de sostener ritmos altos pero sin tanto remate a nivel mundial.

Esa falta de pegada en el esprint le dejó sin medalla. Los dos kenianos se jugaron el oro por delante, y atrás Mechaal fue ganando terreno al noruego, pero lentamente, centímetro a centímetro, de forma que no remató el trabajo. Los dos se arrojaron a la meta y ganó Ingebrigtsen.

Mechaal, nacido en Jebha (Marruecos), compitió en los Mundiales de Londres en virtud de la resolución de Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) que anuló la sanción de 15 meses que le impuso la Agencia Española Antidopaje (AEPSAD) por tres supuestos controles de dopaje fallidos.

Desde Daegu 2011, cuando el sevillano Manuel Olmedo terminó cuarto, ningún otro español se había clasificado para la final de 1.500, una disciplina que ha dado cinco medallas a España en Mundiales: 3 de plata (Fermín Cacho dos y José Luis González) y 2 de bronce, las dos de Reyes Estévez.

Mechaal declaró su pesar por haber perdido por sólo 18 centésimas la medalla de bronce y advirtió que no es "un dopado ni un apestado", el alusión a la suspensión que le impuso la Agencia Española Antidopaje y de la que fue absuelto por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).

"Me he quedado a una centésima de mi marca personal. Lo que más me duele es perder esa medalla de bronce. Iba progresando, pero el noruego se ha cerrado y se ha echado a mi calle", explicó.