Begoña Fernández, al otro lado del espejo. La exjugadora internacional de balonmano (bronce en los Juegos de Londres) se sentará, como segunda entrenadora, en el banquillo del NZ Australis Lavadores.

El equipo sénior femenino del club vigués, que la pasada temporada disputó, sin éxito, la fase de ascenso a División de Honor Plata femenina, contará con los sabios consejos de una medallista olímpica y la mejor pivote del mundo de 2010 tras el Mundial de China. "Nunca me lo había planteado y mi objetivo no es otro que intentar aportar mi granito de arena para trabajar con un club que parte de cero y que tiene ganas de crecer, pero desde abajo y poco a poco", reconoce la exjugadora. "Hablé con el entrenador y me gustó su proyecto y estoy encantada de poder colaborar con ellos y de echarles una mano dentro de mis posibilidades, de lo que mi vida laboral y familiar me permitan", prosigue..

Begoña Fernández conoció al entrenador del NZ Australis Lavadores (Anxo) en el campus de Davor Cutura este verano. "Allí me propusieron que les echara una mano. Me daba un poco de miedo porque no sabía si iba a poder comprometerme al cien por cien con el equipo y en ese aspecto Anxo me dio todo tipo de facilidades. Me pareció un proyecto ilusionante y me apetece vivir el balonmano fuera de la élite, intentar ayudar desde más abajo. Siempre me han gustado estos retos, así que estoy contenta y agradecida de que me hayan dado esta oportunidad", dice Begoña Fernández.

Este año, por motivos laborales, tuvo que aplazar su participación en el curso de entrenadores. "Me llamaron para trabajar en verano y no me fue compatible. Lo tengo en la recámara", reconoce.

Tras su retirada, poco a poco va "reconciliándose" con el balonmano. "Cuando me retiré tuve una época que no quería saber mucho, pero ahora, no es que eche de menos jugar, pero sí que me apetecía disfrutar del balonmano desde fuera del profesionalismo, volver a mis orígenes, a un equipo de barrio, disfrutar, crecer poco a poco", apunta.

"A mí esos proyectos siempre me parecen ilusionantes y vivir el balonmano desde otro punto de vista, y en este caso en mi tierra, en mi ciudad, e intentar ayudar y poner mi grano de arena al Bm. Lavadores, para mí es una satisfacción muy grande. No solo se disfruta estando en la élite, hay muchas maneras y este es mi caso; aunque la gente crea que estoy chiflada, me gusta" bromea.

Sobre el equipo, apunta que "hay una mezcla de veteranía y juventud y yo creo que pueden hacer una buena temporada. El objetivo del club no es otro que mejorar, trabajar e ir creciendo poco a poco".