Pierre-Ambroise Bosse se convirtió, con un crono de 1:44.67, en el primer francés campeón del mundo de 800 metros con un ataque en la última curva de una final imprevisible en la que casi todos los contendientes partían con opciones de medalla.

El polaco Adam Kszczot, recogiendo cadáveres en la recta, se alzó con la medalla de plata con un tiempo de 1:44.95 y el keniano Kipyegon Bett completó el podio con 1:45.21.

La ausencia por lesión del campeón y plusmarquista mundial, el keniano David Rudisha, y la eliminación prematura de sus compatriotas Emmanuel Korir -líder mundial del año con 1:43.10- y Ferguson Rotich dejaba muy abierta la final. Y el francés supo aprovechar la ocasión para colgarse el oro.