Orlando Ortega, medallista de plata olímpico en 110 m vallas, enganchó el tren de la repesca para meterse por primera vez en si vida en la final de unos campeonatos del mundo, aferrándose a la esperanza de recuperar la forma del pasado año en una temporada de lesiones.

Ortega estará otra vez en la lucha por las medallas. Competidor como pocos, se ganó el puesto con un registro de 13.23 que le dio una de las dos plazas de repesca.

Partió por la calle 4 en la primera serie y llegó a mitad de trayecto en condiciones de sacar a relucir su poderoso final, como había hecho en la final olímpica, pero su forma física no era la misma. Terminó cuarto con 13.23 y sólo pasaban dos por puestos. "Sólo queda rezar", comentó durante la espera. Y al final su marca fue suficiente para pasar.

En la segunda semifinal, Yidiel Contreras careció de toda opción. Su marca era la segunda peor de todas y se impuso la lógica: séptimo con 13.65 y eliminado.

En 400 metros, Óscar Husillos se despidió más que satisfecho en semifinales con un tiempo de 45.16, por segunda vez en Londres récord personal. Es el segundo español de la historia (tras David Canal) que ha llegado a unas semifinales de 400 metros en unos Mundiales al aire libre.

Kevin López y Álvaro de Arriba se despidieron en semifinales de 800, ambos como octavos y últimos clasificados en sus series. Por marcas lo tenían imposible, y no sucedió el milagro. López marcó un crono de 1:47.62. "Quería la final pero hoy -por ayer- claramente no estaba para eso", reconoció. De Arriba corrió la misma suerte con un tiempo de 1:46.64.