Ángel Nieto era la estrella de las pruebas de motociclismo que acogió Vigo desde mediados de los años sesenta del siglo pasado, en Balaídos, en la ahora denominada avenida Portanet. La ciudad, volcada siempre con cualquier actividad deportiva, se abrazó a la velocidad con la ilusión de un adolescente. Gracias al esfuerzo de la Peña Motociclista Viguesa, la ciudad olívica pudo disfrutar durante años de la maestría con la que el menudo piloto zamorano volaba sobre su Derbi por la recta conocida entonces como de la Zona Franca, que llegó a considerarse como uno de los cuatro mejores circuitos de España. La prueba era valedera para el Campeonato de España de Velocidad. El motociclismo, como casi todo en España en aquellos tiempos, surgía por generación espontánea. No había medios ni infraestructuras, pero de vez en cuando surgían talentos en el deporte como Nieto, Santana, Bahamontes...

Y Vigo no quiso quedarse a rebufo de las exhibiciones de un piloto que en 1971 estrenó su palmarés mundial y que llegaría a contabilizar 12+1 títulos. Junto a Nieto, que dominaba las pruebas de 50 y 125 cc, por este circuito vigués pasaron pilotos como Santiago Herrero, Cañellas o Medrano (del que fue aprendiz el zamorano). Medias de 135 kilómetros por hora llegaban a alcanzar las máquinas por el circuito urbano vigués por el que Nieto también quemó rueda.