Sobradamente conocido por sus virguerías con el balón, Cristiano Ronaldo asombró con un nuevo regate. Y no ha sido en un terreno de juego, sino a las puertas de un juzgado al que estaba citado a declarar y donde ha dado tremendo plantón a los cientos de periodistas y fans que le esperaban.

Pero, aunque el portugués no está habituado a este terreno de juego, decidió acondicionarlo a su estilo para no dejar hueco a la improvisación.

El plan pasaba por entrar por el garaje y así evitar la incómoda imagen que da eso de entrar a un juzgado custodiado por un abogado.

Y, después de contestar a las preguntas de todas las partes, estaba previsto que saliera por la puerta principal haciendo gala de su colaboración con la Justicia y su ánimo de que todo se solucione, dedicando, detrás de un atril colocado expresamente para la ocasión, unas palabras para apaciguar a los presentes. Así se lo han creído los centenares de periodistas de 15 nacionalidades diferentes que desde las 8 de la mañana se han empezado a congregar a las puertas del juzgado madrileño. Pero Cristiano salió por detrás mientras en el atril su abogado anunciaba su ausencia.