El proyecto de que Vigo contara la próxima temporada con un equipo en Liga LEB tendrá que esperar. El proyecto de vinculación del Vgo Basket con un club de la Liga ACB se ha paralizado, y la hoja de ruta ha sufrido un cambio sustancial.

La historia vuelve a los orígenes, pero con un cambio importante y es la entrada de financiación por medio de un sponsor principal que asegura su aportación durante tres o cuatro años. La primera prueba de la buena voluntad existente llegará en breve, cuando haya que hacer los desembolsos económicos pertinentes para inscribir el equipo en la competición.

En este aspecto es donde el proyecto da un paso atrás, pues la posibilidad de salir en Liga EBA es muy remota. No va a haber renuncias y todas las plazas se van a cubrir de forma sobrada, siempre y cuando no haya sorpresas de última hora. Otra de las opciones que se manejaban era salir en LEB Plata, pero tras el giro del proyecto, la situación económica no es la más adecuada. De esta manera, el club formalizará su inscripción en Primera Nacional, categoría en la que debe militar tras el descenso de Liga EBA, y peleará por el ascenso.

Estos cambios han llevado al club a plantearse un cambio profundo con la creación de una estructura sólida que permita afrontar el futuro con más seguridad. La presencia de fuentes de financiación a medio plazo es una garantía. Falta consolidar el proyecto con un grupo fuerte.

La directiva del VGO Basket continúa manteniendo la idea de llevar un equipo vigués a la mayor categoría posible. Objetivo que comparte el grupo inversor que respalda al equipo.

Los equipos tienen todavía hasta final de mes para formalizar su inscripción en Primera Nacional, una categoría en la que puede haber tres equipos del área metropolitana, siempre y cuando Seis do Nadal y Porriño presenten la documentación, algo que posiblemente realizarán en los próximos días.

Otro técnico en el Seis

Un Seis do Nadal que está en pleno proceso de reorganización. Sergio González seguirá al frente de la dirección deportiva del club, pero tras cinco años al frente del primer equipo cederá el testigo como entrenador, dedicándose a los más pequeños.