Adrián Pazó será otro de los jugadores que esta temporada vuelvan al Coruxo, después de que ayer firmara su compromiso con el equipo de O Vao por una temporada. El vigués, de 27 años y 1.91 de altura, debutó con el Pontevedra en 2008 en Tercera División. Tras dos temporadas en el equipo de Pasarón llegó al Celta B, en donde jugó una temporada a orillas del Lérez.

En 2012 dio el salto a O Vao, en donde fue uno de los fijos durante las tres temporadas que ayudó a mantener al Coruxo en Segunda División B. En 2015 se fue a Euskadi para jugar con el Arenas de Getxo en el grupo segundo de Segunda División B. La temporada pasada jugó en el mismo grupo, aunque con un equipo diferente, la U.D. Logroñés.

Ahora vuelve a la que fue su casa con el firme propósito de aspirar a algo más que a mantener la categoría. Su corpulencia lo convierte en un pilar fundamental de la defensa. Combina esa fortaleza con un buen juego aéreo y va muy bien al cruce. Un buen fichaje para el centro de la defensa, una de las líneas que más sufrió la temporada pasada, en la que el club tuvo que fichar en el mercado invernal y en donde, muchas veces, Rafa Sáez tuvo que cambiar a jugadores de posición para completar un "once" de garantías.

Con la llegada de Pazó, el Coruxo ha realizado seis incorporaciones este verano, pues al central hay que unir a Rafa Mella, Juampa, Borja Yebra, Mario Ramón y Pablo Crespo. La plantilla todavía no está cerrada, por lo que Rafa Sáez no tendrá esta tarde a todos los jugadores en la primera sesión de entrenamiento. Los jugadores están citados a los 18.30 horas. Tanto hoy como mañana el entrenamiento se realizará en el campo de O Vao, pero el lunes el trabajo se trasladará al campo de Fragoselo, en donde la preparación física tendrá un protagonismo especial.

Mientras tanto, la dirección deportiva y el club continúan trabajando para encontrar ese delantero que culmine las ocasiones que genera el equipo, y que permita dar el salto de calidad que pretende el Coruxo para esta temporada.