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Manolo Seoane: "Vamos a gastar lo que podamos gastar, sin tonterías ni locuras"

Salinas "merece un equipo de Segunda y que le pague; nosotros no le pagamos ni la gasolina"

Manolo Seoane saluda a su mujer, Zulema Prado, en Peinador. // R. Grobas

- Usted suele mostrarse socarrón, descreído. ¿Y con este ascenso?

- La procesión va por dentro. No tenía buenas sensaciones con el partido de Girona. No tenía esa impresión de "vamos a ganar". El partido se va desarrollando, ves que puedes ganar y te pones nervioso.

- El partido es una auténtica montaña rusa: euforia, tristeza, esperanza, emoción, miedo?

- Yo tenía miedo de que en cualquier momento llegase su gol. Ellos tienen un chico muy bueno, que es Corominas, un jugador de Segunda División. El Peralada era para nosotros como el Manchester United. Les pregunté a los directivos del Peralada cuánto les daba el Girona. Me dijeron que no les daba nada, pero que les pagaba todo; no reciben un duro, pero no tienen que pagar transporte, equipaciones? Y todos los jugadores tienen nómina profesional. El Peralada es un Segunda B bueno, como el Celta B. Desde luego no tiene nada que ver con los presupuestos de Tercera en Galicia. Jaume del Soler, del Mundo Deportivo, un gran amigo mío, me había dicho antes del sorteo: "Que no os toque el Peralada ni de coña. Es el filial del Girona y tienen un equipo del carajo". Todo era negativo: taquilla mala, viaje largo y rival imposible.

- ¿Es un milagro o catalogarlo así infravalora el trabajo hecho?

- Es un milagro en el sentido de que todo ha salido bien. Ahora milagro puede ser que nos toque el Valencia en la Copa del Rey a un partido y lo eliminemos. Cuando quedas arriba en una Liga de 38 partidos, yendo líder en más de 20, no es un milagro sino que se están haciendo las cosas bien. Y en esta fase de ascenso el Peralada nos metió tres goles, pero en las dos eliminatorias anteriores no recibimos ninguno. Es un milagro dentro de ser un equipo competitivo. Nadie nos ha regalado nada. Se han hecho las cosas muy bien, óptimamente.

- Durante unos días han sido el equipo del fútbol gallego. No quedaba ya otro en competición. Y Arenteiro, Ribeiro y Cortegada dependían de ustedes.

- Pues sí. Ha sido muy emocionante. Nos ha contado Milucho que estuvo viendo el partido por la Televisión de Galicia en el campo del Coruxo y estaba abarrotado. La gente, cuando el Rápido metió el 2-2, saltó como si lo hubiese metido el Celta. Y el presidente del Club de Campo me ha contado que los niños estaban viendo el partido en la sala de juegos. Todos cantaban con el puño en alto: "Somos de Segunda B". He tenido llamadas de clubes de Coruña, de Ourense, de toda Galicia, de otros deportes, de diferentes alcaldías? Ha sido muy bonito. Dentro de nuestra modestia, nos hemos sentido el equipo de todos. El presidente del Arenteiro ya me ha dicho que fue una noche de celebraciones en Carballiño, igual que en Ribadavia y Cortegada. Nos van a hacer un homenaje por todo lo alto en la Festa do Pulpo.

- Ahora llegan las recepciones. Pero la mayor parte de este camino la hizo el Rápido solo.

- La verdad es que sí. Evidentemente hay gente que nos ha ayudado, pero ninguna ayuda extraordinaria. Ahora que tendremos opción a eso, yo sigo diciendo que es tremendamente injusto el reparto que se hace de las subvenciones con los clubes de Tercera División, sobre todo en el caso de que jueguen la Copa del Rey o la fase de ascenso. Hemos sido vistos por miles de personas en Galicia. Jugábamos al lado de Francia. Y lo nuestro no es fútbol nacional. ¿Cómo es eso? ¿Hemos jugado en la provincia de Pontevedra o en la de Girona? Lo he discutido mucho con Lete, que es un amigo y llamó para felicitarnos, y con el Concello de Vigo, y sé que Abel trata de apoyarnos todo lo que puede. Pero el Matamá, con todo el respeto para el fútbol femenino, tiene mejor convenio que el nuestro. Nosotros somos un club nacional. Hemos jugado en Canarias, con el Mérida, con el Salamanca. La subvención de la Xunta es ridícula, de 4.000 y pico euros. Tenemos 28 equipos. He presentado reclamaciones a la Xunta y me han sido denegadas. A lo mejor para ellos un club nacional es uno de billar porque un día mandó a un señor a Segovia a jugar. Es una barbaridad. No tiene lógica.

- ¿Tiene que aguantarse las ganas de pasar facturas?

- Yo no pongo en duda el apoyo de Abel Caballero ni el de Lete cuando era secretario xeral. Con la Diputación las relaciones son menos fluidas, por decirlo así. No puedo decir que nos tengan manía, rabia, o que nos castiguen porque somos malos. Pero en algunos casos concretos no hay entusiasmo. Se nos aplica la legislación vigente, que es injusta. Hace tres años llegamos a cuartos de final de la Copa Federación y para nadie éramos un club nacional. Es Liga Nacional de Tercera División. Ya que juegues la promoción o la Copa del Rey y tampoco te consideren? Sé que no hay mala leche pero se han equivocado. A Lete le escribí un día un artículo en broma sobre la geografía de Hermérico (rey suevo) porque al parecer con el juvenil de División de Honor ir a Santander no era salir de Galicia. Se me cabreó muchísimo. Aunque es un hombre educado, fue duro conmigo. Hace dos años me llamó Benavides, el delegado en Vigo, y me dijo: "Tenías razón, hemos rectificado, le damos subvención a los juveniles de División de Honor". Pero cuando el Rápido ya no estaba. Prefiero pensar que es el sistema y no las personas; mi comentario sería muy atrevido y el Rápido no es mío, es de Bouzas. No puedo jugar en exceso con esto.

- Patxi Salinas da como muy probable su marcha.

- Creo que es precipitado. Ya le he dicho que si se quiere quedar, se queda. Es así. Y si se quiere marchar, se marcha. Pero depende de él, no de mí. Ya sabe lo que es el Rápido. Entendería totalmente que se fuera a un equipo de superior categoría. Julio Salinas me decía que era increíble que Patxi, con lo que ha hecho, no tuviese ya a 25 clubes llamándolo por teléfono. Yo creo que Patxi se quedará si no tiene nada importante, que es lo que se merecería. Quiere mucho al Rápido. Después de actuaciones buenas que tuvo con el Ourense o menos buenas con el Sant Andreu, como en todos los trabajos, aquí ha triunfado plenamente. Merecería que lo llamase un equipo de Segunda y que evidentemente le pagara; no como nosotros, que no le pagamos ni la gasolina. Lo que le damos no le alcanza ni para cuando se va a Bilbao dos veces al mes, a menos que sea una de esa tarifas baratas. Patxi está realmente de amateur en el Rápido. Si viene un club y le ofrece un buen contrato, sería idiota si no se fuera. Y ojalá le aparezca. Pero si no le aparece nada, creo que meditará quedarse y sabe que tiene las puertas abiertas.

- ¿Qué sucederá con la plantilla en este salto de categoría?

- Cuando el Rápido estuvo a punto de ascender en la época anterior a la mía, Baltasar Pujales tenía las cosas muy claras. Yo le había hecho muchas preguntas cuando nos convenció a mi mujer y a mí para que nos hiciésemos cargo del Rápido porque él estaba muy enfermito. Su plan era muy sencillo: vamos a gastar lo que podamos gastar, sin tonterías ni locuras. Esa es la historia. Si descendemos, pues descendemos. Cuando tuve de entrenador a Juan Carlos Andrés (actual ayudante de Eusebio en la Real Sociedad), de cuyos éxitos en Donosti nos alegramos, le desmantelé al equipón con el que ganamos la Copa Federación en Galicia cuando vi que estábamos salvados. Dejé que se fuesen David o Kiko Insa. Esta temporada tuve esa tentación, pero Patxi me dijo: "No me eches a la gente". Me ha presionado más. Tuve ofertas en febrero para liquidar jugadores y como el objetivo era mantenerse... Pero como íbamos de primeros, hicimos de tripas corazón. Metimos a un directivo, Alfonso Caneiro, que trajo dinero de patrocinios. Nos fuimos liando. Y hemos llegado hasta aquí. Convocaré mañana una junta y vamos a gastar lo que tengamos. Tengo una gran amistad con Gustavo Falque (presidente del Coruxo). Me reuní con él hace un par de meses. Le pregunté si debía intentar ascender. Me dijo que sí. Me hizo números y los tengo en un papel: esto te dará la Diputación, esto el Concello, esto la Xunta? "Haz como hice yo, no gastes más; si bajas, bajas; si no, te mantienes", me recomendó. Y es lo que vamos a hacer, gastar aquello de lo que dispongamos. El problema es que pagan las subvenciones a mitad de temporada. Con los jugadores que sean profesionales se establecerá un plan de pago adaptado a ese calendario. Habrá un problema de financiación, pero estoy seguro de que Abanca nos descontará los documentos oficiales. Y lo haremos bien. Tenemos una ventaja tremenda: hay siete equipos gallegos en Segunda B; son seis entradas muy buenas con un gasto de nada en viajes. Y están los asturianos con una autopista fenomenal y gratuita. De viajes en el día tendremos doce o trece. Será una temporada asequible. Trataremos de que se quede el máximo número posible de jugadores. Ofreceremos la renovación a todos. Pero algunos se han autoexcluido. Jugadores que no han podido disputar la promoción porque no les dejaban en su puesto de trabajo no pueden jugar en Segunda B. Habrá cuatro, cinco o seis que no podrán seguir. Para ese número más las dos fichas libres que tenemos trataremos de traer a jugadores muy buenos. Y vamos a intentar por lo menos hacer un papel decoroso con nuestros rivales gallegos de la Segunda B.

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