Dos goles de Dani Pacheco y otro del centrocampista argentino Alex Faurlín permitieron al Getafe ganar al Tenerife y regresar a Primera, tras un partido que dominó el equipo madrileño desde el principio excepto los últimos diez minutos, en los que sufrió mucho debido a dos ocasiones de Amath.

El equipo madrileño, que perdió la categoría hace un año, regresó de nuevo a la máxima categoría de la mano de José Bordalás, un experto en la materia. El preparador alicantino logró su segundo ascenso seguido tras el obtenido el pasado año con el Alavés. Este curso cogió al Getafe con la temporada en marcha, en la parte baja de la tabla.

Tras la victoria por la mínima (1-0) del Tenerife en la ida, los noventa minutos del Coliseum se iniciaron con cierta ventaja para el cuadro canario pero realmente con todo por decidir. El Getafe salió como un vendaval al césped. Faurlín recogió un balón rebotado tras un córner cabeceado por Jorge Molina para fusilar a Dani Hernández.

Ese gol supuso un verdadero mazazo para el Tenerife, que encajó el segundo solo cuatro minutos después con un disparo seco de Pacheco desde la frontal.

Al equipo madrileño le duró poco la alegría porque el Tenerife se recompuso rápido y supo trenzar una jugada por el carril izquierdo que desarmó a su rival. Gorosito despejó mal, el balón le llegó a Aitor Sanz, que cedió a Shibasaki y éste puso un centro medido para que Lozano rematara a gol.

Con ese tanto se equilibraron las fuerzas y tanto Tenerife como Getafe iniciaron unos minutos de tanteo. El cuadro canario basó su fútbol en la velocidad de Amath y Lozano. El equipo madrileño optó por elaborar más su juego con mucho toque y ese empeño encontró recompensa a los 36 minutos con otro gol de Pacheco.

En la segunda parte, el partido, que ya venía siendo trabado desde el principio, se terminó de calentar por los nervios de ambos contrincantes ante la permisividad, en muchos casos, del árbitro, que apenas sacó tarjetas.

Esa fue su tónica dominante hasta los últimos quince minutos, en los que por necesidad el Tenerife tuvo que arriesgar más y gozó de dos ocasiones muy claras. La primera con un remate de media chilena de Amath que se marchó fuera y la segunda con una parada de Guaita en el mano a mano con el delantero senegalés.