Una final de Liga de Campeones es territorio del Madrid por dos motivos: porque el equipo blanco se maneja de maravilla en la competición continental, rey de Europa con 11 títulos, y porque las finales se le dan fenomenal. Si es verdad eso de que las finales no se juega sino que se ganan, aquí un ejemplo: los blancos han disputado 14 finales de Copa de Europa y han ganado 11. O lo que es lo mismo: sólo han perdido tres. El dato contrasta con el de su rival mañana: ocho finales disputadas y sólo dos triunfos.

Al dato se le puede dar la vuelta y quedaría así de contundente: el Madrid lleva sin perder una final de la máxima competición continental 36 años, desde 1981 ante el Liverpool. Los italianos llevan dos, desde 2015 frente al Barcelona. El de mañana, pues, será un partido con un experto en finales y con un gafado en ellas.

El conjunto madridista disputará en Cardiff el decimoquinto partido decisivo por el título. Y se plantará en País de Gales, a donde llegará hoy, avalado por su buen hacer en las finales del máximo torneo continental, ya que sólo ha perdido hasta ahora tres en su historia, la última en 1981 ante el Liverpool. De hecho, las últimas cinco que ha alcanzado le han visto levantar el trofeo: en 1998, en 2000, en 2002, 2014 y 2016. Antes de perder por 1-0 ante los 'Reds' en el Parque de los Príncipes, el conjunto madridista también había perdido las finales de 1962, ante el Benfica portugués (5-3), y la de 1964, ante el Inter de Milán italiano (3-1).

La Juventus, por su parte, aspira a su tercera Liga de Campeones. De las ocho disputadas, ganó dos (ante el Liverpool en 1985 y frente al Ajax en 1996) y perdió seis ante el Ajax (1973), Hamburgo (1983), Borussia Dortmund (1997). el Real Madrid (1998), Milán (2003) y la última ante el Barcelona de Luis Enrique en 2015, con Allegri ya en el banquillo italiano.