Rojos e impares. Ferrari hizo saltar la banca en el casino de Montecarlo. Con el 5 de Vettel y el 7 de Raikkonen se llevaron el pleno, primero y segundo, en el Gran Premio de Mónaco. No había más que oír a sus mecánicos cantar el himno italiano al pie del podio para comprobar que la de ayer no había sido una victoria cualquiera. Hacía siete años (desde Alemania 2010, con Alonso y Massa) que el caballino no firmaba un doblete; dieciséis desde que Schumacher y Barrichello lo lograran por última vez en las ratoneras calles manegascas. Una victoria la de Vettel que sirve al piloto alemán para reafirmar su liderato en la tabla de pilotos, ya con 25 puntos de ventaja por delante de un Hamilton que bastante hizo con llevar a su Mercedes hasta la séptima plaza.

Ferrari ruge de nuevo y hace temblar el dominio de Mercedes. Ayer, sin estridencias, impuso las necesidades del equipo para colocar a Vettel por encima de Raikkonen. Le bastó para ello con retrasar la entrada del alemán para efectuar el único cambio de neumáticos. En esa acción se decidió la primera plaza (y en dos vueltas plenas del alemán) y en esa también la tercera, ya que Ricciardo apostó también por retrasar su paso por el garaje y ello le valió para ganar la plaza a Button y Verstappen. Conocido que en Montecarlo es imposible adelantar, la estrategia fue una vez más determinante.

Carlos Sainz, sexto aguantando en el cogote el empuje de Hamilton, firmó su mejor clasificación del año y los McLaren quedaron una vez más fuera de carrera. Susto el que dio Button tras un toque con Wehrlein a doce vueltas del final que pegó al Sauber sobre dos ruedas al muro de entrada al túnel. Un accidente tan aparatoso como incruento que hizo que la carrera se jugara al sprint aunque no supusiera cambio alguno.

Vettel dijo que comprende que Raikkonen que salía desde la primera posición, no esté "contento" con el resultado. "Él pilotó bien en la primera parte y recibió el mensaje de ir a talleres. Hizo la parada y apretó. Obviamente es una sorpresa desagradable que alguien termine por delante tuya. No tengo motivos para mentir: estoy muy contento pero puedo entender que él esté disgustado", apuntó. "Es una de las raras ocasiones en la que el 'overcut' (cuando un piloto va a talleres en primer lugar para tener ruedas nuevas, más rápidas, para adelantar al que lleva delante) ha sido positivo para el que lo sufre. Desde el punto de vista del equipo, no había ningún plan ni ordenes de nada".

Preguntado por si podría haber ignorado las órdenes, Raikkonen replicó: "Si no crees en lo que te dicen o en cómo trabajan, entonces sería más complicado. Siempre intentamos hacerlo lo mejor posible y hoy, como equipo, conseguimos los dos primeros lugares. Para mí podría haber sido mejor, pero ya hablaremos".