Bouzas vivió ayer otra tarde mágica de fútbol. El equipo llegaba al partido de vuelta ante el Cayón con dos goles de ventaja, y sin confianzas le hizo otros cuatro goles, cerrando la eliminatoria con un parcial de 6-0. Un marcador que es un mensaje para todos los posibles rivales de equipo, que avisa no que será fácil dejarlos en la cuneta.

El Baltasar Pujales se vistió ayer con sus mejores galas. La grada estaba prácticamente llena, y los casi mil aficionados presentes enmudecieron a los poco menos de un centenar de aficionados cántabros que trataban de animar a su equipo.

El desarrollo del partido se ajustó al guión previsto tras el 0-2 de la semana pasada. El Rápido sabía que era el Cayón quien tenía que arriesgar buscando un primer gol que los metiera en el partido. El equipo boucense estuvo bien colocado sobre el campo. El juego no era brillante, pues los montañeses se empleaban muy a fondo a la hora de recuperar el balón. Tal y como se desarrollaba el encuentro, solo un despiste defensivo podía darle vida al Cayón. Este estuvo a punto de llegar a la media hora de juego, cuando el Rápido comete una falta cerca de la frontal y se despistan, permitiendo que el balón llegue a Chema, quien solo en la línea frontal opta por disparar a la manos de Diego en lugar de penetrar buscando una mejor posición.

El partido se dirigía al descanso con el marcador inamovible, pero a cinco minutos para llegar al descanso, Carlos Pereira recupera un balón en el área del Cayón, y se lo mete en largo a Tomás, quien se planta solo ante Rubén Lavín rompiendo la igualdad inicial. Era un tanto que dejaba la eliminatoria poco menos que vista para sentencia, pues el Cayón necesitaba cuatro goles para meterse en la siguiente ronda.

Los dos entrenadores decidieron mantener los mismos "onces" tras el paso por el vestuario, pero es que en la primera jugada de la reanudación llegó el segundo del Rápido. El equipo vigués saca de centro, balón en largo a la izquierda buscando a Tomás, que se aprovecha de un despiste de la defensa cántabra para quedarse una vez más solo ante Rubén Lavín, marcando el segundo tanto.

Todo estaba visto para sentencia, y lo único que restaba era dejar pasar los minutos que faltaban para celebrar la clasificación para semifinales. El Cayón no perdió el tipo y mantuvo su actitud ofensiva buscando un gol que, en cierto modo, maquillara el resultado, pero esa situación no hizo más que favorecer las contras del Rápido, que todavía tuvo tiempo de marcar dos goles más, haciendo todavía más importante la clasificación, al hacerle seis goles al cuadro montañés, cuando en treinta y ocho de liga encajó dieciocho.

Esta tarde, el equipo entrenado por Patxi Salinas conocerá a su rival en semifinales. No temen a nadie, pues en esta primera eliminatoria de la fase ha demostrado que le pueden ganar a cualquiera.