El Atlético se había conjurado para tomarse la revancha de las dos finales de Champions perdidas. Pero el Real Madrid ha superado el reto con solvencia, muy superior en el Bernabéu y sabiendo reponerse a la salida rojiblanca en el Calderón.

capacidad de sufrimiento

En 16 minutos el Real Madrid se vio en el escenario menos deseado, con dos goles en contra y un rival que mordía empujado por su afición, al límite en la agresividad permitida. Dos directos encajados podían hacer tambalearse al campeón, que estuvo a punto de echar por tierra la ventaja que logró en el Santiago Bernabéu. Pero aprovechó un respiro del rival para adueñarse del balón y ganar confianza desplegando sus cualidades ofensivas. El premio lo recogió antes del fin del primer acto con un gol que sentenciaba la eliminatoria y plasmaba su grandeza para levantarse con rapidez en los momentos de apuro.

Una genialidad

De la nada, de un saque de banda con rapidez de Cristiano Ronaldo, el delantero francés inventó una acción de genio que pasará a la historia de las mejores jugadas en los anales del club. Solo contra el mundo, sin ningún compañero cerca en una acción pegada a la línea de fondo, marcado por Savic, encimado por Giménez y con Godín en la ayuda, Karim se giró hacia donde nadie esperaba e hizo dos regates en un palmo que dejaron atrás a todos sus rivales. Hasta ese momento, Benzema casi no había aparecido. Sólo asociándose en un par de ocasiones con sus compañeros cayendo a las bandas. Es un 'nueve' diferente que brilla por más cosas que por marcar goles.

el liderazgo de isco

A los que le exigían una exhibición en un partido de altos vuelos, uno de los que marcan la temporada, Isco les brindó un recital en el césped del Calderón. Lo había hecho ante rivales de menor entidad y lo repitió en una semifinal de Liga de Campeones en la que se jugó a lo que él quiso. Desde el inicio invitó a sus compañeros a tener personalidad con el balón, aguantarlo, no rifarlo y encontrar en la posesión el camino para frenar al Atlético. Con libertad de movimientos en la media punta, disfrutó en cada acción e hizo disfrutar a sus compañeros, aguantó cada entrada que recibió para frenar su fútbol, colaboró con numerosos esfuerzos defensivos y fue el canalizador del juego de ataque. Su gol, en la jugada que siempre será recordada por la acción de Benzema, es el premio a una temporada en la que, tras especularse con su futuro, ha demostrado que merece ser titular del Real Madrid.

el mejor keylor navas

Recuperó la confianza perdida metido en el partido desde el primer segundo, haciendo una parada inicial a Koke que le hizo sentirse fuerte y ni los dos goles en contra le intimidaron. Mostró la imagen de portero seguro de la pasada campaña y protagonizó paradas salvadoras, como una doble a Carrasco y Gameiro para corregir a quemarropa un error de Danilo. Una parada clave en el Santiago Bernabéu y su exhibición en el Calderón son los méritos que necesitaba para recuperar la admiración del madridismo.

cuatro centrocampistas

En el campo, la forma de entender el fútbol de Zidane la plasman Luka Modric e Isco. En cuanto los dos ganaron protagonismo con la posesión del balón, el Real Madrid respiró y recuperó sus señas de identidad tras aguantar la salida en forma de apisonadora rojiblanca. Como en la ida, fue clave el esquema del técnico madridista, con la posibilidad de renunciar al 4-3-3 por la ausencia de Gareth Bale y reforzar el centro del campo con un cuarto integrante que siempre fue clave para generar superioridad. Casemiro y Kroos igualaron el nivel de intensidad en la pelea que proponía el Atlético, y Modric e Isco jugaron a otra cosa y marcaron la diferencia.