Todavía se encontraban ambos equipos en los momentos de tanteo iniciales cuando el Alondras golpeó. Fue en una jugada por banda izquierda que finalizó con un centro al área, donde apareció Andrés totalmente solo para rematar. El delantero de O Morrazo no la embocó en el primer disparo, pero se aprovechó de la pasividad que mostró la zaga aurinegro para remachar a gol.

El tanto lo acusaron los hombres de David Sierra, a los que atenazaron los nervios, conscientes de que en el encuentro de ayer se jugaban mucho más que tres puntos. El Ribadumia no era capaz de acercarse con peligro al área de Brais Pereiro y chocaba siempre con el entramado defensivo del Alondras, que se mostraba muy cómodo ante la falta de contundencia local. El Ribadumia todavía tendría otra mala noticia en forma de lesión, la de David Rodríguez.