El Alavés, que se fue al descanso con un 1-0 adverso, reaccionó en los primeros minutos de la segunda para darle la vuelta al marcador con tres goles seguidos que provocaron una nueva decepción del Betis y otro enfado de su afición.

Fue un partido con tres puntos en juego con los que aspirar a mejorar la clasificación en la mitad de la tabla pero sin otro objetivo mayor, pues ambos equipos ya traían la permanencia matemática asegurada. En el caso local, los béticos se ilusionaron este curso con algo más, estar cerca de los puestos europeos en su segunda temporada desde el último ascenso.

Otro planteamiento es el del Alavés, que en este ejercicio volvía a la máxima categoría y ha caminado siempre en la zona media-alta de la tabla, con lo que se ha ganado a pulso ser una de las revelaciones de torneo.