El baloncesto en silla combina espectáculo e integración, que incluye lo genérico. La candidatura al título del Amfiv en la Challenge Cup depende en gran medida de Shelley Cronau, la pieza sobre la que César Iglesias edifica tanto el sistema ofensivo como el defensivo. No es la única mujer que participa en el torneo. El Devedo holandés, la primera escuadra visitante en aterrizar ayer en Peinador, dispone de cuatro. Sobre ruedas no cuenta la identidad sexual.

A cada jugador se le adjudica una puntación tras un examen médico, menor cuanto más limitada está su movilidad. El quinteto en cancha no puede superar 14,5 puntos en total. A las mujeres se les reduce 1,5 puntos su catalogación -y 1 a los menores de 22 años-. Es la única ventaja que posee. Shelley Cronau pasa así de 2,5 a 1. Su combinación con otro 1, Abdi Jama, permite a César Iglesias reunir en su equipo principal a tres jugadores de puntuación alta: Lorenzo Envó, Salvador Zavala y Agustín Alejos.

El Amfiv ya cuenta entre sus históricos con una mujer, Vicky Alonso, que ahora actúa en el filial. A Shelley, aunque fichada esta temporada, se la considera también en cierto modo de la casa. Su pareja es el canterano Agustín Alejos. Lo conoció en la provincia australiana de Queensland, cuando el vigués fichó por los Spinning Bullets locales. Cronau compartía entrenamientos con la plantilla del Amfiv cada vez que acompañaba a Alejos en sus visitas al hogar. La internacional cree que la buena relación en el vestuario sustenta la gran campaña del equipo. "La química está siendo muy buena. Yo ya conocía a muchos de estos jugadores, pero nunca habíamos jugado juntos", indica. "Estamos en muy buen estado de forma. Ahora mismo, tras habernos clasificado para la final a cuatro de la liga, estamos muy confiados. La Challenge Cup es una cita emocionante para nosotros y la ciudad".

"Las mujeres somos tan importantes como los hombres en el baloncesto en silla de ruedas", reflexiona Cronau. "La única diferencia es que tengo una reducción. Me siento importante en el equipo y no puedo fallar, debo jugar bien y con inteligencia".

El entrenador olívico, César Iglesias, secunda e incluso incrementa el peso de la jugadora en sus esquemas. A Cronau no hay que calibrarla en su rostro dulce, sino en sus poderosos brazos. "Para que la gente lo entienda, si yo necesito mandarle un 'recado' a alguien del otro equipo, se lo da Shelley. Con eso lo digo todo", revela Iglesias. "Es dura. No se deja intimidar por nadie".

Lorenzo Envó sufre con especial frecuencia la agresividad y contundencia de su compañera. "A Lorenzo, en cuatro años que llevo como entrenador, nadie lo había tirado al suelo en un entrenamiento. Shelly sale a dos veces por semana que va con la silla y lo tira. Después se queda mirando para él. No es que sea una supermujer, es una más en el equipo".

El técnico amplía el catálogo de cualidades de su jugadora, que no destaca en el tiro. "Abdi tiene más calidad que ella a nivel de anotación, pero Shelley maneja bien la silla y es una computadora en el campo: qué hay que hacer, a quién hay que ayudar, cómo podemos atacar. No hace falta estar encima de ella en la lectura de juego. Posee muchísimas cualidades. En el baloncesto se ve quién mete la canasta. Pero en el vídeo que montamos cada semana del partido anterior pongo diez cortes suyos, con canastas que metemos gracias a su trabajo. Es tan vital en este equipo como Agustín, que lleva la máxima anotación con 16 puntos de media. Para nosotros haber fichado un 1 como Abdi es fundamental en el equilibrio de la rotación y de generar juego. Pero si no tuviésemos a Shelley también en ese quinteto, el equipo haría aguas en 20.000 facetas que tienen que ver con el trabajo, la lectura, la defensa. Lo cubre todo ella".

Iglesias sabe que también el Amfiv se cruzará con adversarias peligrosas. Contra las cuatro holandesas del Devedo se medirá pronto Cronau en un partido de selecciones -ahí sí segregadas por sexo-. El Wiesbaden, posible rival en los cruces, dispone de otra. "En Alemania las mujeres con más protagonismo suelen tener buena mano. No van a un juego físico interior, porque ahí salen perdiendo con los chicos. Pero sí tienen como Vicky buena mano, son grandes, en defensa no es fácil conseguir una buena posición de tiro con ellas. Luego depende de cada una, como los hombres. En este deporte se ve la igualdad. Todo se trata igual, juegan igual. Seguramente las jugadoras del Devedo tendrán mucha calidad y nos lo pondrán difícil, no por jugar con cinco chicas les vamos a ganar", avisa.