Shelley Cronau resume las razones que han permitido al Amfiv plantarse en esta Challenge Cup impulsado por una extraordinaria temporada en Copa y Liga: "Es un asunto de química". La química que hermana a veteranos y jóvenes, a canteranos y foráneos.

De todos ellos se nutre el Amfiv. La continuidad del núcleo duro (Lorenzó Envó, Berni Costas, Julio Vilas) sustenta el proyecto y le da viabilidad económica. El ferrolano Manu Lorenzo, internacional sub 22, inyecta juventud. Ha regresado Agustín Alejos, el subcampeón paralímpico, criado en la entidad. De la mano se ha traído a Shelley Cronau, su pareja e internacional australiana. Abdi Jama, estrella inglesa, el mejor 1 del mundo, se ha reencontrado en Vigo con su amigo Zavala, el viejo sueño del club cuyo fichaje se concretó al fin el año pasado. Samu, producto más reciente de las escuelas, completa el grupo. Y aún queda la aportación del segundo equipo, donde conviven los recién iniciados y aquellos que por obligaciones o edad ya no pueden competir en la élite.

Santi Comesaña, por ejemplo, es un jugador histórico de la entidad que hoy juega poco en el primer equipo. Pero ayuda a completar el cinco para cinco de los entrenamientos. "Si juego algo bien; si no, no pasa nada. Sé que el entrenador juega con siete u ocho jugadores, es la rotación que tiene", admite. "Con colaborar con ellos me conformo, se asimila". Y añade: "El primer equipo está realizando un temporadón".

Mucho de ese excelente rendimiento depende de Salvador Zavala, uno de los mejores extranjeros de la liga española. Pablo Beiro quiso captarlo durante años. "Por contratos que tenía con otros clube no podía ser. Cuando pude, hablé con Natxo (Cabaleiro, el director deportivo) y le dije que sí podía venirme, que estaba libre". Pablo conoció que llegaba, aunque ya no pudo verlo jugar con la camiseta del Amfiv. Falleció antes. "A Pablo se lo tenía que agradecer, por eso estoy en el Amfiv". Cuenta el actual presidente, José Antonio Beiro, que Zavala ha prometido no irse hasta inaugurar las vitrinas olívicas. "Quiero darle al club un título que Pablo con ansias esperaba conseguir", confirma el mexicano. "Esperamos que sea esta temporada, que todo nos está yendo bien".

Zavala ejerció de verdugo en una de las finales perdidas por el Amfiv, la de Copa del Rey ante el Valladolid. "Esto es así, juegas por la camiseta que estás representando, como ahora con el Amfiv. Y por qué no a ver si también puedo quedar campeón con el Amfiv. Sería importante para el club y para la ciudad". Él aportará su experiencia en este tipo de competiciones: "El nerviosismo te cabe no tanto por los partidos sino porque juegas en casa. Yo lo viví en Badajoz. Quieres hacer las cosas bien por la afición, te puede salir un partidazo o no. Pero tenemos los jugadores adecuados para aguantar este tipo de situación", opina.

Agustín era un chiquillo en la primera final perdida en Europa, en 2006. En las últimas campañas ha militado más en equipos extranjeros, como el Padova o el Spinning Bullets australiano, que en el Amfiv. En esta estancia en casa quiere curarse todas las heridas. "Es el momento, uno de los mejores años de la historia del club y tenemos que ir a por todas", proclama. "Para los jugadores de casa, celebrarla en Vigo, haber perdido tres finales, querer dedicársela a Pablo, al que le hubiese encantado estar aquí... Supone algo de presión. Lo bueno de este club es que la gente que viene de fuera nos aporta un montón de tranquilidad. Eso se va a notar en los momentos claves".