Cincuenta goles los contemplan. Iago Aspas y Borja Iglesias, dos canteranos célticos, ejercen el liderazgo del gol en el fútbol español, el moañés (22 dianas) como máximo artillero nacional de la Liga; el compostelano (28), mejor anotador de todas las categorías profesionales, como principal motor de la excepcional campaña firmada por el Celta B. Ellos protagonizan dos de los sueños más ilusionantes del celtismo en décadas: Aspas es la gran baza de Eduardo Berizzo para romper el techo del equipo en Europa y alcanzar una final (y la posibilidad de un título) con el que la afición lleva soñando muchas décadas, e Iglesias el depredador del área con que el Alejandro Menéndez, técnico del Celta B, está pulverizando todos los registros del filial.
Iago y Borja se profesan mutua admiración. El morracense es para Iglesias "un espejo en el que mirarse"; el santiagués, uno de los más firmes candidatos de Aspas de entrar en el primer equipo en su momento de mayor pujanza de la última década. Ambos lideran dos sueños inconclusos: Aspas representa mejor que nadie el anhelo celeste de culminar en competición europea los sueños rotos en los grandes tiempos del cambio de siglo; Iglesias es el caudillo con que el club quiere impulsar la cantera llevando por primera vez al filial celeste a la Segunda División.
"Iago es un símbolo del celtismo. Representa todos los valores que queremos seguir, un ejemplo y un espejo en el que mirarnos los canteranos", apunta Iglesias. Y agrega: "Viendo su personalidad y su forma vivir el club, transmite celtismo por donde va, da igual la forma de que juegues o en la posición en que te desenvuelvas".
El moañés le devuelve el piropo: "Lo que está haciendo Borja tiene mucho mérito. Superar los veinte goles ya es complicado y él va camino de los treinta en una competición muy dura como la Segunda B y está rompiendo todos los registros goleadores en el Celta B. Ha crecido mucho como jugador, es uno de los mejores de la categoría".
Aspas considera que los 28 goles que suman Iglesias deberían concederle una oportunidad de jugar en el primer equipo, un paso que han dado en los últimos años otros canteranos, a pesar de salto de calidad que ha experimentado el plantel. "Borja lo está haciendo muy bien, al igual que muchos otros. Tienen que seguir trabajando para conseguirlo por que es posible. No hay más que ver cuantos canteranos han dado ese paso en los últimos años", apunta.
El artillero morracense tiene muy altas expectativas sobre la temporada del filial. "Pase lo que pase, es un año histórico. Están a un nivel increíble. Han crecido muchísimo y se han convertido en el rival a batir de la categoría. No tienen techo", señala.
No menos poderosa es la confianza de Iglesias en la capacidad de los de Eduardo Berizzo para romper moldes en Europa. "El primer equipo tiene por delante uno de los pasos más importantes de la historia del club. Hay mucha ilusión puesta y estoy seguro que se van a dejar la vida por intentarlo. Ojalá nos den una gran alegría", declara.
De momento, el sueño de Iglesias se centra en lograr el primer puesto de su grupo en Segunda B. "Nosotros llevamos mucho tiempo trabajando para llegar a esta parte de la temporada en forma y, hoy por hoy, pensamos en el primer puesto del grupo porque te concede una gran ventaja con respecto a los otros puestos", expone el delantero compostelano, que no oculta su sorpresa por la pujanza con que el Celta B está liderando su categoría. "Nos ha sorprendido a todos. Si nos hacen firmar un papel en el que a día de hoy estábamos así no lo habríamos dudado un instante", admite. Y agrega: "El proyecto era ilusionante y bonito pero no sabíamos cómo iba a salir. En todo caso, es muy importante sentirse a gusto y yo me he sentido en casa desde el primer día".
Borja Iglesias es consciente de que su extraordinaria temporada no ha pasado inadvertida y a final de curso le van a llover ofertas, pero mantiene que su prioridad es seguir el próximo curso en el Celta, preferentemente a las órdenes de Eduardo Berizzo. "Ojalá. La ilusión y las ganas de todos los que estamos por debajo va toda enfocada al primer equipo. Tengo dos años más de contrato y, por supuesto, estaría encantado, aunque ahora no es momento de pensar en eso", subraya el artillero compostelano, que precisa: "Tenemos una recta final de temporada muy ilusionante y, cuando acabe la Liga, nos sentaremos a hablar. Mi objetivo, está claro, es intentar llegar al primer equipo".
Pero el esfuerzo realizado para jugar este curso en el filial -el club pidió a Iglesias y a Borja Fernández que liderasen el proyecto a pesar de que les correspondía por contrato militar en la primera plantilla-, no le pesa al artillero céltico.
"Tuvimos una reunión con el club en las que hablamos y expusimos un poco la situación. Pensamos que el proyecto del filial era ilusionante y tomamos la decisión de quedarnos pensando que era la mejor. Luego hay otra parte importante, que es Alejandro [Menéndez], que ha confiado a ciegas en Borja y en mí mismo y ha sido una parte importante para que la decisión fuese más fácil", explica.
