El ciclista belga Philippe Gilbert (Quickl Step) se alzó con el triunfo en el segundo de los "monumentos" de la temporada, tras imponerse een solitario en el Tour de Flandes en una desmostración de potencia.

Gilbert, que invirtió un tiempo de 6:23.45 en recorrer los 259,5 kilómetros del recorrido, aventajó en 28 segundos a su compatriota Greg Van Avermaer (BMC), que tuvo que conformarse con la segunda plaza, tras vencer al esprint al holandés Niki Terpstra (Quick Step), tercero, y el belga Dylan Van Baarle (Cannondale), cuarto.

Un triunfo que premió la exhibición de fuerza y, sobre todo, la valentía del campeón belga, que rodó escapado los últimos 55 kilómetros de la prueba, tras romper definitivamente la carrera en el segundo de los tres ascensos al muro de Oude Kwaremont.

Ataque que rompió el guión que señalaba hasta entonces a su compatriota y compañero de equipo Tom Boonen como el gran favorito para alzarse con la victoria en las calles de Oudenaarde.

Boonen, que colgará la bicicleta a la conclusión de la primera temporada, había preparado a conciencia su despedida de la "Ronde van Vlaanderen", en la que aspiraba a convertirse en el primer corredor en alcanzar los cuatro triunfos, tras vencer en las ediciones de 2005, 2006 y 2012.

Para ello, Boonen no dudó en mover la carrera durante el ascenso al Muur van Geraardsbergen, a 165 kilómetros para la línea de meta, con la ayuda de sus compañeros de equipo Philippe Gilbert y el italiano Matteo Trentin.

Un movimiento que permitió a Boonen y a sus compañeros de fuga situarse en cabeza de carrera a falta de 65 kilómetros para la conclusión con una ventaja de un minuto sobre el grupo en el que figuraban los dos grandes favoritos, el vigente campeón mundial, el eslovaco Peter Sagan (Bora), y el campeón olímpico, el belga Greg Van Avermaet (BMC).

Sin embargo, cuando todo parecía destinado a que Boonen, el gran ídolo local, se convirtiese en el gran protagonista de la jornada, surgió la figura de Philippe Gilbert, que desató las hostilidades sobre el pavés del Oude Kwaremont. A base de fuerza, Gilbert logró descolgar a su teórico jefe de filas, que apenas unos kilómetros después se despidió de cualquier opción de ganar su cuarto Tour de Flandes a causa de una avería. El siguiente en despedirse de sus opciones fue Sagan que se fue al suelo cuando trataba de acercarse a Gilbert. Con el se cayó Van Avermaer y a partir de ahí Gilbert, no sin sufrimiento cruzó como ganador la línea de meta.