El Arosa tenía que ganar y lo hizo. El Dubra no fue rival para un equipo vilagarciano inmerso en miras de play-off y que ha sido capaz de sumar tres puntos que le dejan en solitario en la cuarta posición. Un 4-1 definitivo con el que se culmina la fase de calendario que le ha medido de manera consecutiva a rivales situados en la zona baja de la clasificación.

Salieron los locales dispuestos a inclinar pronto la balanza ante un rival más pendiente de poblar las inmediaciones de su área de jugadores que de poner proa a la portería de Roberto Pazos. Demorar la apertura del marcador era el asunto a evitar. La circulación de balón era el plan a trazar por los de Jorge Otero. La subida por bandas de Fran Matos y Marcos oxigenaba el capítulo de soluciones ante el denso tráfico en los pasillos interiores. A partir de esa amplitud se generaron los espacios para las apariciones por dentro para situaciones de ventaja en el área.